julio 29, 2019

«El ‘fact checking’ es lo más importante del periodismo en la era digital»

«Para estar bien informados, también es conveniente leer periodismo de opinión» Sigue leyendo

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El periodista Bill Adair, fundador de ‘PolitiFact’.

Corría el año 2007 cuando el periodista estadounidense Bill Adair, que por aquel entonces cubría información sobre la Casa Blanca para el periódico de Florida Tampa Bay Times, se dio cuenta de que había cambiado la forma de consumir noticias en la sociedad: muchos ciudadanos ya no recurrían a la prensa o la televisión para informarse sobre lo que habían dicho los políticos. Lo miraban en sus redes sociales o en la información que publicaban los partidos. Ante esta situación, reflexionó sobre la veracidad de la información y llegó a una conclusión: «La gente tenía la necesidad de saber lo que es cierto y lo que no».

Fue entonces cuando fundó PolitiFact, una web pionera en verificar informaciones falsas, lo que hoy conocemos como fact checking. Dos años más tarde ganaba el Premio Pulitzer por la cobertura de las elecciones estadounidenses. Lo consiguió después de comprobar la veracidad de 750 declaraciones de políticos realizadas durante la campaña.

«Con Internet es más fácil que nunca difundir afirmaciones falsas y los periodistas se han dado cuenta de que tienen obligación de decir a la gente cuándo mienten los políticos. Por que que cada vez lanzan más afirmaciones falsas, en muchos casos sinuosamente, para manipular a sus simpatizantes». Así lo asegura Adair durante una entrevista concedida a EL MUNDO en el marco de los cursos de verano que la Universidad Complutense de Madrid organiza en San Lorenzo de El Escorial. «El fact checking es la variante más importante del periodismo en la era digital», añade.

Esto explica que en los últimos años esta técnica se haya extendido por todo el mundo: si en 2014 había 44 medios dedicados a la verificación de noticias, ahora hay 188. En Estados Unidos, Europa y Latinoamérica, pero también de forma incipiente en Asia y África. Y, aunque el origen de esta práctica estaba en la comprobación de afirmaciones de políticos, hoy también se desarrolla en el ámbito del periodismo científico, económico o de medio ambiente.

Aunque para Adair, que ahora es profesor en la Universidad de Duke (Carolina del Norte), la verificación no sólo es tarea de medios independientes y especializados: «La prensa y la televisión también tiene que dedicar equipos de periodistas a hacer fact checking«. Cita a referentes como el New York Timeso el Washington Post, que ya lo están haciendo, pero en su opinión, las cadenas de televisión son las que más invierten en esta tarea. Programas como Saturday Night Life en Estados Unidos, o El Objetivo en España ya tienen secciones de verificación. De hecho, es tal la importancia de estar bien informado que incluso Amazon ha diseñado en Alexa una aplicación que permite saber si una noticia es verdadera o falsa.

Aunque ahora Facebook, Twitter o Whatsapp sirven para difundir de forma masiva noticias falsas, esto no siempre fue así. Adair recuerda que hace 12 años, cuando empezó en esto de descubrir la verdad, los bulos se extendían a través de cadenas de correos electrónicos. Era habitual recibir mails con informaciones sobre el que después sería presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. «Personas que querían calumniar sobre él difundían afirmaciones sobre que Obama había nacido en Kenia o que era musulmán, y ambas cosas eran falsas», recuerda. Ante esa situación, lo que hicieron los periodistas fue «animar a la gente a que enviara los correos que recibía para verificar si las informaciones eran ciertas o no».

En ese sentido, hace hincapié en que hoy en día el término fake news tiene distintos significados. «Para mí, significa una noticia periodística que es deliberadamente falsa. Para Donald Trump, es cualquier artículo que no le gusta», sentencia. Preguntado sobre los desaires del presidente de Estados Unidos hacia algunos periodistas, a los que se niega a responder en ruedas de prensa sólo porque no está de acuerdo con el medio para el que trabajan, Adair confía en que «cuando la gente vote, una de las cosas que tenga en cuenta sea la transparencia y la accesibilidad de los políticos con los periodistas».

En la era de la sobreinformación, ante la avalancha de posibles noticias falsas en las redes sociales, el ganador del premio Pulitzer recomienda a los lectores «pensar como fact checkers«: comprobar la URL de los artículos y ser escépticos con todo lo que escuchen y lean. «Para asegurarse de estar bien informado, también es conveniente leer periodismo de opinión. Pero no sólo de periodistas que comparten tu teoría, también de los que no lo hacen. Así tendrás un respeto sano a la gente que no piensa como tú», concluye.

  • Texto: ELMUNDO.ES
  • Foto: NACHO CALONGE
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