marzo 29, 2019

¿Exonerará la prensa a Donald Trump?

¿Ha quedado la prensa norteamericana -y de otros lugares- a la altura del betún con su cobertura de las investigaciones del fiscal especial Robert Mueller, ahora que éste ha entregado su informe tras dos años de pesquisas y ha determinado que no existió colusión con potencias extranjeras en el torpedeo de la candidatura demócrata en las elecciones de 2016? Los amigos de Donald Trump allí y aquí así lo han proclamado rápidamente. Pero cuanto más se va sabiendo del asunto, más parece que este interludio no es sino eso, y que hay todavía mucha tela que cortar tras la afirmación expresa de Mueller según la cual Trump «no ha quedado exonerado» del posible delito de obstrucción de la justicia.

No es un delito baladí: puede ser motivo de impeachment, el juicio político que puede provocar la destitución de un presidente, y de hecho esa obstrucción figuró en las actas de acusación contra Richard Nixon y Bill Clinton.

Lo que sucede es que, en el sistema de transmisión de informes norteamericano, el de Mueller no llega directa ni obligatoriamente al público ni a los miembros del Congreso. En un primer paso, el nuevo attorney general (ministro de Justicia) de Trump, William Barr -que lleva meses clamando que no cree en esa colusión- ha publicado un resumen de cuatro páginas resaltando que no hay colusión. Lo de la obstrucción de la justicia exige que otros ojos, menos partidistas que los de Barr, lean en detalle el informe y vean por qué Mueller se niega a exonerar al presidente.

Así que los periódicos, encabezados por el «fracasado» -Trump dixit– New York Times, van a proseguir informando, mientras el partido demócrata se esfuerza por que se conozca la totalidad del informe. Y es que queda muchísimo por saberse: Mueller solamente investigó un caso muy específico, el del hackeo de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata por los rusos, pero siguen en marcha las investigaciones de nada menos que 19 agencias y departamentos del Estado, varios de ellos pertenecientes al Congreso. Desde los pagos a mujeres hasta las trampas fiscales de Trump, mucho sigue en el aire. Y ya han sido condenados varios ex altos cargos del presidente, y la obstrucción de la justicia revolotea tras cada uno de ellos.

Los medios informativos norteamericanos han hecho un trabajo arduo, ingrato, con poca colaboración externa, y van a continuar. En buena parte, de ello van a depender las posibilidades de reelección de este presidente tan peculiar dentro de año y medio. Las tiene porque muchos de sus fieles son inasequibles al desaliento; cualquier otro presidente del pasado estaría ya descartado.

  • Texto: VICTOR DE LA SERNA (EL MUNDO)
  • Foto:
EL GMAIL DE DIEGOSCHURMAN