Oleada de movilizaciones en Francia por el predominio masculino en los medios de comunicación

Las primeras fueron las periodistas del diario económico Les Échos: en 2013 realizaron una huelga de firmas para protestar contra la ausencia de mujeres en los niveles directivos. El pasado 15 de enero fueron las periodistas de Le Parisien, el diario popular de la capital, las que alzaron la voz por el predominio masculino. Paulatinamente, otros medios franceses van sumándose a la protesta.A principios de enero quedó libre una de las jefaturas de redacción de Le Parisien. La dirección confeccionó una lista de posibles nombramientos, compuesta exclusivamente por hombres. El malestar de las periodistas se concretó en una protesta singular: 77 de ellas enviaron al departamento de personal 77 candidaturas. «Varias de nosotras reúnen ampliamente las capacidades necesarias para ocupar el puesto, en una jerarquía de la que hoy están ausentes las mujeres» escribieron en un comunicado. Sus colegas masculinos apoyaron la iniciativa en asamblea. La dirección no ha decidido nada todavía.El 24 de enero se sumaron las periodistas de Sud-Ouest, el mayor diario regional de Francia. «Las mayores responsabilidades y los sueldos más elevados corresponden exclusivamente, o casi, a los hombres», dijeron en una nota, que precisaba que de los 15 puestos de redactor jefe, sólo dos eran ocupados por mujeres, y que en las 12 jefaturas de sección había también sólo dos mujeres. El Sud-Ouest aplica desde hace algún tiempo una política de paridad en las contrataciones: ingresan tantas mujeres como hombres. Pero quienes ascienden son los hombres.Las 62 periodistas de la revista LObs (antiguo Nouvel Observateur) publicaron este miércoles una tribuna, en forma de carta a sus compañeras de Le Parisien, en la que explicaban que la dirección y la subdirección del semanario estaban ocupados por hombres. «El departamento de redactores-jefe cuenta con cuatro hombres por dos mujeres, y aunque en la redacción las mujeres son mayoritarias, los hombres reciben salarios más elevados», decían. En L’Obs se registró el año pasado el despido de una redactora jefa, Aude Lancelin, a la que se acusó de establecer un rumbo editorial demasiado izquierdista.Inmediatamente, las periodistas de La Provence, un diario de la región marsellesa, publicaron otra nota diciendo que en su periódico ocurría «lo mismo, pero peor»: ninguna mujer en La Provence ocupa puestos de responsabilidad.