octubre 13, 2020

M. BARRIENTOS «Estoy trabajando muchísimo y tratando de mantener los comedores que tenemos.»

Declaraciones de Margarita Barrientos al programa Sobremesa Sigue leyendo

ENTREVISTA COMPLETA:

 

Ustedes saben que la semana pasada se dieron a conocer los índices de pobreza, números escalofriantes. Son 18 millones y medio de argentinos los pobres. Estamos hablando de un 40,9% de argentinos que están en el umbral de la pobreza. Y vamos a intentar abordar el tema pero, no desde esta cifra fría que nos ofrece el INDEC, si no, desde los hechos concretos. Vamos a ver cómo se transita esta pobreza en el marco de esta pandemia, y para eso qué mejor que convocar a Margarita Barrientos que hace años viene ayudando a los más necesitados desde su fundación y desde «Los Piletones», su comedor comunitario de Villa Soldati. Vamos a hablar con ella un poquito sobre esta realidad que se vive en carne propia, insisto, que no son los números fríos que nos ofrece el INDEC, sino que son, concretamente, historias de vida. Cómo anda, Margarita? Cómo le va?

Bien, acá trabajando mucho, trabajando muchísimo y tratando de mantener los comedores que tenemos, están acá «Los Piletones» donde hay un montón de cosas… los abuelos, los jardines, la Casa de Medio Camino y allá en Santiago del Estero dos comedores, un hogar para abuelas donde ellas viven, en Cañuela tenemos otro comedor, en Campana tenemos un Centro de Rehabilitación… estoy tratando de hacer un esfuerzo tan pero tan grande para tratar de mantener todo.

Margarita, cómo hace para manejar los comedores? Está en contacto? Usted va y viene de Añatuya, a Santiago del Estero, a Buenos Aires?…

Sí, yo voy, vengo y, bueno, esta vez me agarro la cuarentena allá, estuve casi 6 meses y ya ahora hace 1 mes que estoy aquí, trabajando muchísimo y yendo a Santiago nuevamente la semana que viene, voy a estar unos días allí y ya me voy a venir para acá devuelta, porque aquí hay que trabajar mucho para poder mantener al otro de allá.

Yo sé que va y viene también por un temita de salud, le quiero preguntar cómo anda? Que no le pregunté de entrada y creo que es lo más importante.

Sí. Sí, también tengo muchos problemas de salud, soy una persona que tengo problemas al corazón, soy hipertensa, diabética, bueno, tengo de todo lo que busque.

Hay que cuidarse en el marco de esta Pandemia. A ver, para ordenarnos un poquito, porque me habló de toda la actividad que tiene. Cuántos comedores tiene a cargo?

Cinco.

Cinco comedores. Y cuánta gente trabaja con usted, Margarita?

Alrededor en los 5 son 150 personas más o menos. Allá en Santiago sólo trabajan 60, acá trabajan cómo más de 70 personas y en Cañuelas también hay otro poco de 10, 15 personas, y después en viaje de vuelta trabajan un montón.

Y cuánta gente es la que concurre? Por ejemplo, a Los Piletones?

En Los Piletones se sirven tres mil platos de comida todos los días. Desayuno, almuerzo, merienda y cena.

Y ha crecido en estos últimos tiempos? Nos dan los números de la pobreza en la Argentina, las necesidades, evidentemente, vienen crecidas producto del parate económico. Hay mucha demanda?

Muchísima demanda, la verdad que hay veces gente que viene que uno no lo esperaba y por ahí vienen 3 o 4 familias y tenemos que hacer un invento de alimento porque ya no estaban en el plan de ese día, vamos a decir, pero igual nadie queda sin comer todos comen porque está muy difícil, muy difícil. Está muy difícil y para nosotros que mantenemos los comedores… te agarra mucha tristeza porque no podes mantenerlo, las cosas cada vez son más difíciles de conseguir, la verdad que yo me pongo a pensar y yo digo: «Será que en algún momento voy a cerrar la sede de Añatuya, Santiago del Estero?». Es mucho, vió? Es mucho. Y es donde hay más necesidad, porque allá en Santiago hace falta todo, desde el agua, la luz, la comida, la medicina, hace falta todo.

Le cuento a los oyentes que por ahí nos pisamos con Margarita, estamos trabajando de una manera particular en la radio producto de la pandemia, no desde el estudio, cada uno desde su casa. Así que por ahí, técnicamente, cometemos estos tropiezos de pisarnos, en este caso con la entrevistada, con Margarita. Pero, Margarita, quiero retomar, hablando de Añatuya, leía frases suyas impactantes de hace un tiempito atrás, no tanto tiempo atrás, donde decía que por ejemplo: «Las niñas madres tienen que elegir entre comprar un anticonceptivo o comprar pan», digo para pintar un poquito el nivel de urgencias que hay, o por ejemplo: «Mi mamá dice que cuando tengamos hambre a la noche, cantemos. Porque no hay comida». Esa es la realidad?

Sí, esa es la realidad. Esa es la realidad y a veces… esas son cosas que nosotros las vivimos diariamente, a nosotros nadie nos la cuenta, nosotros la vivimos. Porque tocamos la miseria todos los días y tratamos de que esa gente lo pase lo mejor posible. Uno los conoce por nombre y otro como no le sé el nombre, o ví flacuchas, hay unas chicas que soy muy, pero muy flaquitas y me pedia y le decía porque apareció grande embarazada, y le digo: «Uy, de cuántos meses estás?», y me dice: «Ya lo voy a tener». Venía a pedir ropita para el bebé que no tenía nada, ni pañales. Y yo le digo: «Ay, hija, tenes tantos chicos, por qué no te cuidas?». Ella estaba adelante y había un par de mujeres atrás que también venían a pedir. Y me dice: «Doña Margarita, si compro anticonceptivos no le compro pan a mis hijos, y si vas a pedir en el hospital no te dan porque no hay», y eso a uno le toca porque son gente que no tiene absolutamente nada, ya el trabajo es el carbón y el ladrillo. Y en estos últimos tiempos, en estos 6 meses usted no sabe lo que ha golpeado, no hay venta de ladrillo, no hay venta de carbón, ahora un poquito se está moviendo pero ha sido muy triste la situación. Sigue siendo triste porque allá no llega nada.

Me impresiona lo que me dice porque, bueno, de alguna manera me permite pintar la realidad sin los números fríos de la pobreza. Porque hablamos siempre de pobreza, números, nosotros los periodistas hablamos de números, se publican en los medios, los decimos en la radio, en la televisión pero, los números es esto que cuenta, esta imposibilidad de alguien de cuidarse porque ni siquiera tiene para comida y tiene que optar entre cuidarse y comprar anticonceptivos o comer pan, es realmente tremendo. Hace un ratito me decía algo que me llamó la atención sobre las necesidades, sobre la posibilidad de cerrar toda esta actividad que están haciendo allí en Añatuya porque ustedes también tienen urgencias para poder atender a los necesitados. Le pregunto concretamente, recibe ayuda económica? Quién la está ayudando en estos momentos de urgencia? Alguna donación de particulares? De empresas?

Sí, de algunas empresas y sobre todo de gente particular, y lo otro es el traslado. Ahora tengo cerca de 5000 kilos de harina para mandar para allá y hemos conseguido casi 300 kilos de leche. Allá tenes que darle leche a la gente sí o sí, a los chicos. Porque la mayoría son chicos de bajo peso, desnutridos. Entonces, si vos les das una taza de mate cocido es como darle un poco de agua hervida, va, es un poco de agua hervida y un pedazo de pan y nada más. Pero allá tenes que alimentarlos… un desayuno, una merienda que tiene que ser leche. Y ahora conseguimos y voy a mandar 300 kilos pero no tengo cómo mandarlos. Hoy me habían dicho que me iban a dar un camión para mandar y después me llamaron y me dijeron que no podían. Pero todo eso, vió?

Es necesario hacer público esto, también, para ver si surgen algunas almas caritativas que puedan colaborar para este tipo de emprendimientos que son necesarios, sobre todo, en este contexto de urgencias. Los particulares en general son personas reconocidas, personas que quieren mantener bajo perfil pero que están transitando junto a usted…

No, son gente trabajadora, gente común. Antes nosotros decíamos, yo siempre lo dije, que la clase media siempre era la que te ayudaba, ahora ya no hay clase media, yo creo que clase media es una de las familias que necesita. Antes te ayudaban, te compraban por ahí arroz, por ahí te daban alguna donación de ropa o de cosas, pero ahora todos necesitan, todos necesitamos.

Margarita, y el Estado no la ayuda de alguna manera?

Sí, le pedimos, ayer casualmente le hicimos una nota para pedirles alimentos, para reforzar los alimentos aquí y en Santiago del Estero. El comedorcito de Cañuela que está ubicado en el Barrio los Pozos, kilómetro 52 de Cañuela, ese comedorcito lo mantenemos con el comedor «Los Piletones», lo que se junta acá se reparte allá también. Y lo mismo «Viaje de Vuelta», que es un Centro de Rehabilitación.

Bueno, me alegro que haya alguna acción del Estado también, sabiendo el trabajo que usted viene realizando hace mucho. Y me alegro particularmente porque, claro, usted creo que se había expresado a favor de Macri en algún momento, y empieza a haber especulaciones respecto a si un Gobierno la ayuda o no de acuerdo a su postura política o de acuerdo a sus opiniones públicas. Me alegro que tenga esta ayuda del Estado. Tenía entendido que al principio se la había retobado, por lo menos no había conseguido ayuda del Estado. Pero no es así, usted me dice que hay algunas respuestas por parte del Estado.

Le hicimos nota para que nos envíen. Yo creo que todos tenemos derecho de pensar como uno quiere porque estamos en democracia y yo pienso de esa manera y nadie lo puede sacar, como usted también va a tener su propio pensamiento sobre la política. Pero aquí no se trata de mí, se trata de mucha gente y al político que esté, tengo que conocerlo, tenemos que hablar, lo voy a hacer porque le estoy sacando mucho trabajo y mucha responsabilidad a los Gobiernos. Allá en Santiago del Estero hice un jardín, hice un hogar de abuelas para que las abuelitas no estén abandonadas, los abuelos no estén abandonados, no se les cobra absolutamente nada, hice un Centro de Salud con una farmacia, hago talleres y todo eso es gracias a muchísima gente que colabora, gracias a ellos, no al Estado. El Estado te da cuando vos le mandas una carta, y le decís: «Necesito arroz, azúcar, fideos», te mandan, por ahí demoran un mes y te mandan.

Y claramente, además, cuando usted más trabaja significa que hay más ausencia del Estado, evidentemente está haciendo algo que el Estado debería hacer.
Hablando del Estado, los pronunciamientos políticos y que cada uno piensa lo que quiere pensar, yo decía, usted había expresado en algún momento cierto agrado con Mauricio Macri, pero también leí un artículo, yo no sé si después lo aclaró, que había dicho que la había defraudado, yo no sé si esa fue exactamente la expresión pero, le pregunto a usted concretamente, qué fue exactamente? Qué pasó con esa relación?

Claro, esa palabra significa muchas cosas, sobre todo, yo lo había dicho y lo mantengo, por supuesto, porque no me gusta tirar la piedra y esconder la mano. En el hecho de que uno cree en las personas y de repente esa personas en la que vos creíste se viene abajo, a mi… yo me sentí mal por eso dije que me sentí defraudada pero es por eso, yo creo que no le tendría que enojar a ningún político del Pro por lo que uno piensa, porque si uno piensa y no lo dice está todo bien y yo soy una persona que piensa y lo digo, ypor ahí se enoja.

Pero esa afirmación tenía que ver por la relación que tenía el Gobierno anterior, y el trabajo que venía haciendo con Los Piletones, con algún tema particular? No termino de entender por qué esa concepción.

No, era por todo, porque es como que la misma gente te dice: «Bueno, yo me sentí mal, decepcionada, defraudada…» y uno escucha tantas cosas en el día, más en mi lugar. Pero bueno, han sido cosas yo creo que… yo del año 2001, pasé una crisis muy grande, nosotros lo superamos, seguimos trabajando, haciendo cosas. Hoy, en el año 2020, estamos atravesando una crisis, no solamente en nuestro país, sino Mundial y seguimos poniéndole el pecho y el alma, eso le tiene que interesar a la gente, lo que nosotros fuimos creciendo, cómo hacemos, cómo alimentamos a la gente, cómo le damos atención médica, cómo le buscamos esa silla de ruedas a la gente discapacitada que no tiene, no de lo que yo hablo de la política, que siempre uno habla de los políticos porque son mensajes de todos los días, pero todo tendría que hablar, los periodistas, como ustedes tienen que hablar de mi trabajo, decir: «Bueno mira, ayudemos al comedor los «Carasucias», Mónica Carranza no está, pero hay un responsable ahí, ayudemos a un comedor de a 1 11 14 de Vilma López, ayudemos a la fundación Margarita Barrientos que tiene 5 comedores», y me rompo el alma trabajando. Y siempre nos asocian con algún político y en realidad yo lo que he hecho toda mi vida ha sido trabajar. 24 años cumplimos el 7 de octubre. 24 años de trabajo impecable junto a mi familia, junto a toda la gente que trabaja aquí.

Eso, Margarita, es la mejor muestra que ha trabajado con esmero más allá del color político, de quien gobierne en algún momento en particular. Me parece que todos reconocen ese trabajo. Le quería preguntar si participa de alguna manera, si fue convocada a la llamada «Mesa del Hambre», que era uno de los proyectos del actual Gobierno, en plena campaña de Alberto Fernández, habló de esta Mesa del Hambre, la empezó a poner en marcha y después vino la pandemia y hubo como un parate largo de esta Mesa, al menos de lo público. Pero no sé si usted participa, efectivamente, de esa mesa?

Sí, a mí me habían convocado y cosa de hace creo que 2 semanas estuvieron en una reunión con la Mesa del Hambre donde se habló de política, y yo levanté mi manito ahí por zoom, nadie me dio bolilla, no me dieron la palabra. Pero si alguien habló del hambre? No hablaron del hambre. Hablaron de los documentos, de que en Escobar no hay documentos, todas cosas… no sé si ser indocumentado se relaciona con el hambre, pero nadie habló de lo que pueden trabajar. Y la verdad que va a ser la última vez que voy a estar levantando la mano ahí para que me den la palabra o me saluden, que yo les puedo contar lo que significa trabajar por el hambre, pero no charlando a través de una televisión o un zoom, como ellos lo hacen, y haciendo proyectos a largo plazo. La necesidad está hoy. Hoy necesitan…


A ver si puedo traducirlo, Margarita. Con esto que está diciendo, está diciendo que se va de la Mesa del Hambre o que va a participar pero no le está gustando mucho la manera?

No. No participo más porque: Una, porque no me dieron la palabra para saludar, otra, porque creo que en la Mesa del Hambre tenemos que hablar de la necesidad del argentino y no hacer un proyecto de aquí a fin de año donde nos preparemos para la próxima campaña política y decir: «Mira lo que hemos hecho». No, no participo más. No participo más porque a mi no me gusta la gente. Yo creo que la gente tiene que tener solución.

Claro, está claro que no le gustó. No sé quién la convocó en particular. Está enojada con alguien en particular por esto que fue pasando?

No, no. Yo creo que el señor Daniel Arroyo es una excelente persona, lo considero así por lo poco que lo conozco. Yo lo conocí antes de que fuera Ministro, una vez nos habíamos conocido y me parece muy buena persona. Pero si yo tuviera que hablar frente a frente con él le diría que por el hambre trabajo yo, y no doy charlas por zoom, no doy charlas por televisión y no ando echando la culpa uno a otro, quién hizo y quién no hizo, lo tenemos que hacer hoy.


Y esas reuniones eran muy burocráticas? Estoy tratando de entender un poquito la dificultad que tenía o qué planteaba en esa mesa. Porque el otro día hablamos con Chiche Duhalde, que también estaba bastante enojada, decía que habían personas que por ahí no estaban en la acción, en el campo tratando con la gente necesitada, que se hablaba mucho…

Sí, se habla mucho y se hace poco. Digo, hay que hablar menos y hacer más.

Una sóla cosa que sí me interesa preguntarle como última pregunta y me gustaría que me conteste, que es la manera en que, hay algunos oyentes escuchando, que puedan colaborar con Los Piletones, con las fundaciones… Si hay algún teléfono, si hay alguna dirección, dígame usted.

Sí, desde ya le agradezco a todos lo que puedan colaborar, la gente. Nuestro teléfono es: 4919-1333 y tenemos otro teléfono que es 4919-1049, y la dirección es Plumerillo 3995, Soldati, Los Piletones, y después hay una página de internet que, por esa página entran @BarrientosMargarita. A parte la gente puede venir a conocer… hay de todo.

Bien, Margarita. Le agradezco todo su tiempo y la felicito por el trabajo que viene haciendo hace tantísimos años.

Muchísimas gracias, joven. Ha sido un gusto.

  • Texto: DIEGO SCHURMAN
  • Foto:
EL GMAIL DE DIEGOSCHURMAN