julio 5, 2018

Macri despide al 40% de la plantilla de la agencia estatal de noticias

Miles de periodistas se manifiestan en Buenos Aires por la reincorporación de casi 350 personas a Télam Sigue leyendo

TELAM

Trabajadores de prensa manifiestan en Buenos Aires contra el despido de más de 350 periodistas en la agencia estatal Télam

Con sus bocas y ojos tapados con cintas negras, miles de periodistas y trabajadores de prensa marcharon hoy por el centro de Buenos Aires para reclamar contra el despido de 354 personas de la agencia de noticias estatal Télam. La manifestación, sin antecedentes en Argentina por su dimensión, evidencia las tensiones que enfrenta Mauricio Macri en sus esfuerzos por achicar el déficit fiscal, base de las promesas que hizo al FMI para obtener un blindaje financiero de 50.000 millones de dólares. El Gobierno sostiene que quiere hacer más eficiente una empresa que casi duplicó su plantilla entre 2003 y 2015, durante el kirchnerismo, hasta alcanzar los 926 empleados. Los trabajadores de Télam dicen que el número creció porque la agencia sumó servicios y acusaron a Macri de impulsar la limpieza “ideológica” de periodistas opositores.

Télam es la agencia de noticias más grande de Argentina. Fue fundada en 1945, cuando Juan Domingo Perón era secretario de Trabajo y Previsión. En sintonía con la época, se pensó como una empresa mixta que sirviera de contrapeso de las grandes agencias informativas internacionales, sobre todo de Estados Unidos. En 1968, el gobierno militar de Juan Carlos Onganía la estatizó al 100%. Carlos Menem intentó liquidarla en 1992, pero finalmente desistió. El crecimiento de Télam fue evidente durante el kirchnerismo, cuando la agencia sumó empleados mientras aumentaba su oferta de servicios multimedia. Macri decidió ahora achicar Télam y para ello despidió al 40% de su plantilla.

Los términos de los despidos no han sido los mejores. El martes 26 de junio, 354 periodistas, fotógrafos, infografistas y editores de vídeo se quedaron sin trabajo. Entre los despedidos hubo 47 empleados de los 98 que Télam tiene en 27 corresponsalías en todo el país. Seis de esas oficinas del interior simplemente desaparecieron. En Catamarca, por ejemplo, bastó con despedir al único empleado que tenía la agencia. En el mejor de los casos, recibieron un telegrama, pero en otros se enteraron de que estaban en la calle porque en los saldos de sus cuentas bancarias encontraron dinero que no esperaban. Dedujeron que se trataba de una indemnización. La cara visible de los recortes fue el secretario de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, que eligió su cuenta personal en Facebook para justificar los despidos.

“La función del periodismo es contar los hechos con la mayor objetividad. En Télam, la administración anterior vulneró, despreció y destruyó este sentido último. La propaganda se enmascaró detrás del periodismo. La información tendenciosa y las operaciones sucias fueron la tónica de la época. Los lobos se disfrazaron de corderos, la propaganda se disfrazó de periodismo. Hoy ganó el periodismo y ganaron los ciudadanos”, escribió Lombardi. Los despedidos leyeron el texto como una provocación. No sólo porque entre los despedidos hay empleados con más de 20 años de servicios, tiempo que los deja fuera de sospechas de presunta manipulación kirchnerista, sino porque no asumen el argumento de que en Télam “sobra gente”, como insiste la Casa Rosada.

“No somos demasiados, somos pocos para todos los servicios que ha sumado la agencia. Somos demasiados si cierran servicios, porque lo que quieren es en realidad una agencia más chica. Que diga Lombardi un nombre al azar y le diremos qué hace esa persona En la lista de despedidos hubo animosidad personal y política”, dijo uno de los delegados de Télam, Mariano Suárez, durante una rueda de prensa que reunió a cientos de personas en la sede de la empresa en Buenos Aires. “Hay un vaciamiento del sistema de medios públicos. Somos los primeros despedidos posterior al acuerdo con el FMI”, advierte Carla Gaudensi, también delegada de Telam.

Entre 2016 y 2017, más de 3.000 periodistas se quedaron sin trabajo, según datos del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba). El grueso afectó al sector privado, con el cierre de medios como la agencia DyN, el mítico diario Buenos Aires Herald, la planta de impresión de Clarín AGEA y recortes en decenas de redacciones. Entre los medios del Estado, hubo despidos en Radio Nacional y la TV Pública.

Los periodistas de Télam encabezaron hoy el reclamo a la calle, convencidos de que están ante un “conflicto bisagra” en el escenario de ajuste presupuestario emprendido por el Gobierno. «No al silenciamiento de la prensa, no a los despidos en Télam», podía leerse en la pancarta de la cabecera de la movilización que recorrió el centro de la capital argentina. Los trabajadores despedidos se taparon ojos y boca con cintas negras en señal de protesta contra la falta de libertad de expresión y cantaron consignas contra Lombardi. Los manifestantes cortaron la avenida Corrientes, una de las más grandes de la capital argentina, y se dirigieron al Centro Cultural Kirchner, sede de la secretaría de Medios. «Caradura, caradura, los ladrones son ustedes con la gente que labura», cantaban los trabajadores de prensa frente a las ventanas del imponente edificio y a metros de un cordón de policías antidisturbios.

El destino de la empresa es aún incierto. La redacción lleva casi dos semanas ocupada por los periodistas y la dirección no ha hecho aún declaraciones públicas. Lombardi tenía en agenda una interpelación en el Congreso para explicar los recortes, pero anunció luego que quedaba pospuesta “para los próximos días”. El destino de Télam está, por el momento, en un limbo, atado a los vaivenes de la política.

  • Texto: FERERICO RIVAS MOLINA Y MAR CENTENERA (EL PAÍS)
  • Foto: AP
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