octubre 18, 2017

Un juez cita a declarar a Cristina Kirchner cuatro días después de las elecciones

Bonadio investiga a la expresidenta por presunto encubrimiento en la investigación del atentado terrorista a la AMIA Sigue leyendo

La sombra del atentado a la AMIA ensombrece la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner. La expresidenta, que el 22 de octubre concretará su regreso a la política activa como candidata a senadora, transitará el último tramo de la pelea sabiendo que sólo cuatro días después deberá declarar ante la justicia. El juez Claudio Bonadio la citó para el 26 de octubre junto a su ministro de Exteriores, Héctor Timerman, y otros 13 imputados por el presunto «encubrimiento» de los iraníes acusados de ser los autores intelectuales del atentado que en 1994 destruyó la mutual judía en Buenos Aires, Amia, que dejó 85 muertos. El vía crucis judicial de Kirchner se extenderá hasta el 9 de noviembre, cuando deberá declarar en otra causa, pero por corrupción.

La investigación de Bonadio se basa en las pruebas que recogió el fiscal Alberto Nisman contra Kirchner. Nisman apareció muerto en su casa con un disparo en la cabeza el 18 de enero de 2015, un día antes de presentar los resultados de su investigación ante el Congreso. En medio de un gran escándalo político, la investigación llegó a la conclusión de que el fiscal se había suicidado, la tesis que defendió el Gobierno, pero peritos coordinados por la Gendarmería determinaron a finales de septiembre que Nisman murió asesinado, tal como sostuvo siempre su familia.

En una entrevista con EL PAÍS, Kirchner criticó el informe de Gendarmería. «No pueden decirnos donde está [Santiago] Maldonado después de 50 días tras un operativo donde participó, pero parece ser que ahora han descubierto quién mató a Nisman hace tres años», dijo. El nuevo peritaje, que ahora debe ser analizado por el juez, colocó una vez más a Nisman en la agenda mediática y puso a Kirchner a la defensiva en plena campaña electoral. La citación de Bonadio se yergue ahora como una espada de Damocles sobre la expresidenta.

Si se cumplen los pronósticos de las encuestas, Kirchner ganará con comodidad una banca en el Senado por la provincia de Buenos Aires, aunque es probable que tenga que conformarse con un segundo puesto tras el candidato de Mauricio Macri, el exministro Esteban Bullrich. En cualquier caso, no tendrá los fueros que le corresponden como legisladora, porque aún no habrá asumido su banca, algo que sucederá recién el 10 de diciembre. Es poco probable que la citación afecte a su caudal de votos: sus seguidores son fieles y consideran cualquier causa judicial como una persecución. Sus detractores, en tanto, sólo encontrarán nuevos motivos para no votarla. La clave estará en el impacto que pueda tener la noticia entre los indecisos, a quienes Kirchner necesita para ganarle a Bullrich.

Cristina Kirchner y altos funcionarios están imputados por «encubrimiento agravado». El fiscal Gerardo Pollicita pidió el 7 de septiembre a Bonadio que cite a la expresidenta al dar por probado que existió un «plan criminal orquestado y puesto en funcionamiento» para «dotar de impunidad» a los iraníes que la justicia argentina atribuyó la autoría intelectual del atentado terrorista contra la Amia. Los sospechosos tenían un pedido de captura internacional cuando el gobierno de Kichhner firmó con Teherán un memorando que los habilitaba a interrogarlos en territorio iraní. El Gobierno presentó el acuerdo como la única posibilidad de avanzar hacia la verdad de lo sucedido en Amia, pero el fiscal entendió que fue en realidad «un impedimento o estorbo de un acto funcional e incumplimiento a los deberes de funcionario público».

Menos de dos semanas después de visitar a Bonadio, Kirchner deberá declarar ante otro juez, Julián Ercolini, pero por presunta corrupción. Se trata del juicio más delicado de todos los que enfrenta, el llamado Hotesur. El magistrado investiga a Kirchner y a toda su familia –también están citados su hijo Máximo, diputado por el kirchnerismo, y su hija Florencia– por presunto lavado de dinero.

Los Kirchner son propietarios de varios hoteles en El Calafate, un centro turístico al lado del glaciar Perito Moreno, y según los investigadores utilizaban esos centros, semivacíos en invierno, para blanquear el dinero que supuestamente recibieron de dos empresarios cercanos, Lázaro Báez y Cristóbal López, a cambio de obras públicas y licencias de juego. Los fiscales creen que la familia presidencial simulaba que les pagaban por habitaciones para empleados de los empresarios que en realidad estaban vacías. Cristina Kirchner intentará repetir el 22 de octubre el ajustado triunfo que obtuvo sobre Bullrich en las elecciones primarias (PASO), en agosto. Incluso con los jueces pidiendo por ella.

  • Texto: FEDERICO RIVAS MOLINA (EL PAÍS)
  • Foto: REUTERS
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