junio 23, 2012

Ahora River podr

Nunca antes un campe Sigue leyendo

Nunca antes un campe贸n fue tan cuestionado como River. Acaso 茅sa sea una prueba m谩s de que el resultado no es lo 煤nico que le importa a la gente. Seguramente ahora, con el ascenso consumado, lo que en la l贸gica del hincha primaba sobre la consagraci贸n, se aplacar谩 esa actitud agresiva. Porque River no estuvo a lo largo de las 38 fechas del campeonato m谩s largo que le toc贸 ganar en su historia (y no s贸lo por la longitud del torneo) demasiado alejado de la vanguardia. Hubo rivales a los que no logr贸 vencer, como Quilmes, el otro equipo que vuelve a la A tras una temporada en la B Nacional, y con el que empat贸 los dos partidos, o Central, o Defensa y Justicia, pero padeci贸 el cuestionamiento aun cuando jam谩s qued贸 descolgado de su candidatura natural al ascenso. Aun ganando partidos, el equipo de Mat铆as Almeyda fue puesto invariablemente en la picota, y los futbolistas que ayer se desahogaron hab铆an revelado, en m谩s de una ocasi贸n, el tama帽o del calvario en que se hab铆a convertido, para ellos, esta campa帽a. Desesperado por regresar a Primera, River atropell贸 al f煤tbol. No ten铆a tiempo para jugarlo, quiso manotear de prepo el resultado. Llev贸 hasta el extremo, a veces, esa rid铆cula consigna de 鈥済anar como sea鈥. Urgido por la necesidad, forz贸 la conquista antes que intentar conseguirla como consecuencia l贸gica del juego. Justo River, que de jugar tiene constituido su ADN. Se vio a lo largo del campeonato: Almeyda no supo remontar la obviedad de los conceptos b谩sicos del juego y no logr贸 entonces implantar un patr贸n futbol铆stico, una idea que se aproximase a un estilo; los hinchas no supieron nunca a qu茅 jugaba el equipo y por momentos le perdieron la confianza, y los rivales que tomaban este choque con una responsabilidad fenomenal se aprovecharon en m谩s de una circunstancia de esa carencia de fisonom铆a 鈥揺n el fondo, lo que aut茅nticamente se le cuestion贸 a River鈥 mezclada con las necesidades imperiosas que tuvo el equipo de escapar a como diera lugar del pozo cultural que siempre signific贸 esta B Nacional para la entidad de N煤帽ez. Almeyda afront贸 la situaci贸n con enorme coraje, desempe帽ando un cargo para el que no estaba preparado ni le sienta tampoco. Utiliz贸 a 31 jugadores en esa traves铆a por el desierto del f煤tbol asociado, sumando puntos ac谩 y all谩 con prepotencia deportiva, con fuerza de voluntad, con la camiseta en algunos partidos; su racha negativa m谩s profunda la constituyeron tres empates consecutivos en el arranque del campeonato, entre la cuarta y la sexta fecha (con Quilmes, Defensa y Merlo), aunque entre la 12陋 y la 17陋 fecha provoc贸 el aument贸 a grado extremo del malhumor, encerrando tres derrotas en esa racha de seis partidos. Aunque el capit谩n Fernando Cavenaghi jug贸 37 partidos y marc贸 19 goles, y el vice Alejandro Dom铆nguez estuvo en 34 encuentros se帽alando 4 tantos, la gran figura de este campe贸n result贸 ser David Trezeguet, que jug贸 s贸lo los 19 partidos de la segunda ronda, pero marcando 13 goles entre memorables y decisivos. La llegada del campe贸n mundial de Francia 1998, con su palabra medulosa y sedante, su sabidur铆a de vestuario, coincidi贸 con una mejora relativa de River en cuanto a resultados (39 puntos contra 34 en la primera rueda), una mejora que debe verse tambi茅n como producto inevitable del rodaje del equipo, aunque hasta 煤ltimo momento Almeyda ensay贸 cambios y sac贸 a pasear a sus fantasmas. Se acabar谩n los cuestionamientos porque este River lado B dejar谩 de jugar. Siempre habr谩 necesidad de t铆tulo en N煤帽ez, pero los reclamos, ahora de regreso en la A, ser谩n menos apremiantes. Y por lo tanto, el equipo probablemente recupere esa memoria hist贸rica que le refresque lo que sol铆a suceder entonces: sal铆a campe贸n jugando bien al f煤tbol.

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