noviembre 17, 2020

ARO»Ese premio (Nobel de la Paz) no es mío, es de todos esos compañeros que no pudieron volver.»

Declaraciones de Julio Aro al programa Sobremesa, que conduce Diego Schurman.
EX COMBATIENTE DE MALVINAS Y CANDIDATO AL NOBEL DE LA PAZ Sigue leyendo

ENTREVISTA COMPLETA 
Hoy, particularmente, nos vamos a dar un lujo: hablar con un candidato al Premio Nobel de la Paz, esto no pasa a menudo, nos referimos a Julio Aro quien trabajó junto al Coronel británico Geoffrey Cardozo por la identificación de excombatientes argentinos muertos en la guerra en Malvinas, allá en el año 1982 y sepultados en el Cementerio de Darwín. Julio, gracias por estar con nosotros. Buenas tardes, cómo estás?
 
Buenas tardes, Diego. No, gracias a ustedes por llamarnos porque son una parte muy importante de este proceso, porque ustedes también están nominados para esta postulación, porque sin los medios no hubiéramos llegado a cumplir este sueño que era de las mamás, así que, yo los siento parte de todo este proceso.
Julio, Malvinas me parece que es un hecho movilizante para muchos de nosotros, sobretodo los que estuvimos cerca. Vos me debés llevar 6 años, no mucho más que eso, yo era chico pero me acuerdo que estaba muy movilizado con esa situación, era chico, tendría 12,13 años en aquella instancia. Y realmente, creo que esta noticia nos llena de orgullo a todos, por muchas razones pero, me gustaría empezar que me cuentes cómo te enteraste de la nominación?
 
 
Mira, fue a las 7:15 de la mañana, donde sonó un mensajito de la Fundación que tenemos de padres, de la gente de acá que siempre si hay un problema nos comunicamos, era la noticia que la Universidad Nacional había aprobado… le había llegado desde Noruega la aceptación, pero quedó como eso, como una noticia interna, así que me pude bañar, arrancar mi día común, pero a partir de ahí empezó a sonar el teléfono, empezó a sonar el teléfono, y te garantizo que tengo hasta el sábado 21, la agenda explotada porque cada 30 o 15 minutos…
De notas.
 
… pero está muy bueno. Sabes qué pasa? Esta muy bueno porque yo les respeto muchísimo el trabajo que hacen, siguen a muchos hogares, cuentan la historia, necesitamos todavía el apoyo de mucha gente, porque el trabajo no se terminó, faltan aún que reconozcamos a 7 compañeros, faltan hallar a familiares, y ustedes son un nexo increíble. Mejor que ustedes no hay.
A vos te promovió, digamos, para esta candidatura, la Universidad de Mar de Plata, es correcto esto?
 
 
Sí, la Universidad Nacional de Mar del Plata fue la que ve todo el trabajo realizado durante tanto tiempo y ellos creen… hay un poema de Borges que dice que, estamos tal cual dentro del poema ese de Borges, que nunca habían a ser enemigos como me pasa con Geoffrey. Geoffrey nació en Londres pero si hubiese nacido en otra parte del planeta hubiera sido lo mismo, como dicen, los pájaros se juntan por la forma de volar y tenemos la misma forma de volar.
Sí, por supuesto, que linda la frase que decís. Vos además, viste, la historia argentina tiene historias del Premios Nobel de la Paz, por ahí algunos no lo recuerdan, está el de Carlos Saavedra Lamas en el año 36 que logró la paz entre Bolivia y Paraguay por su trabajo, se logró esa paz también, y el de Adolfo Pérez Esquivel, un poquito más reciente, en el año 1980, también en búsqueda de la justicia de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la Dictadura. Es una cosa grande ser Premio Nobel de la Paz, ya ser candidato me parece una cosa de locos. Vos me decís, te llamó todo el mundo, pero tu primera reacción cuál fue? Le avisaste a alguien? Llamaste a alguien? Pegaste un grito? 
 
 
No, porque sinceramente, uno nunca busca este premio, la verdad es que no es que estamos detrás de esto. Es conmovedor, te eriza la piel, me encantaría tener una posibilidad de ganarlo, no por uno si no porque ese premio no es mío, nosotros solamente ponemos el nombre de Geoffrey y de Julio, ese premio es de todas esas mamás y de todos esos compañeros que no pudieron volver, ese es el premio de ellos. Entonces, me parece que la mejor forma de retribuirles, es decirles, todo lo que dieron, todo los que están, acá están, esas madres que esperaron 35 años, esto es de ustedes. Es un premio que es de paz, que es de amor, que es de solidaridad, que es de compromiso, que es de un montón de valores que a veces estamos perdiendo y se han demostrado en esto. Dicen: «Un inglés y un argentino, 2 seres humanos»…
Julio, vos sos muy generoso pero había alguien que tenía que encauzar, de alguna manera, esto. Efectivamente, por ahí había muchos buscando, pero había que hacer un camino, marcar andarivel, y creo que vos lo hiciste con un trabajo colectivo pero, de alguna manera, con tu presencia indispensable para este proyecto, se logró. Pero vamos al grano, contame un poquito este proceso de identificación, cómo arrancó? Por qué vos? Qué te movilizó para empezar a hacer este laburo?
 
 
Mira, Diego, en el año 2008, la semana del 2 de abril de ese año, digo siempre que fui buscar a Julio, ese Julio que había ido en el 82 y, ese día fui a Malvinas, que fui solo y no paré de llorar en toda la semana, ese viaje a Malvinas me hizo sacar toda la bronca, el odio, el rencor, que tenía con los ingleses, porque sin dudas lo tenía, digo, nunca voy a viajar con un pasaporte, pero pudo mucho más el corazón que el pensamiento bárbaro por un pasaporte, cuando vuelvo prendo fuego y listo, pudo mucho más el corazón y las ganas de ir para ver a mis compañeros. Así que eso me movilizó, fui a los campos de batalla donde estuve, a los campos de batalla donde estuvieron el resto de mis compañeros, fui a buscar a mis compañeros que había enterrado y no los encontré, fui al Cementerio de Darwin y encontré 122 placas que decían «Solado argentino, sólo conocido por Dios», lo recorrí 50 veces buscando los nombres de Chávez, Bordón, Balvidar que eran mis compañeros del regimiento y no los encontré. La empatía de ponerse en el lugar del otro, no? Porque si me hubiera tocado quedarme, yo no tenía la chapita identificatoria, hubiera sido uno de ellos, y si me hubiera tocado quedarme, me hubiera encantado que cualquiera de ellos, si me hubiera reemplazado, estaría al lado de mi vieja tratando de ver en qué la puedo ayudar. Ese viaje a Malvinas fue movilizador, curador y sanador, ya no me importaba más el tema del inglés. Así que, cuando regresé, le hable a mi mamá y me dijo: «Hijo, yo no hubiera dejado ni un minuto de buscarte», armamos un proyecto que se llama «Identidad Compartida», de poner una mamá de un soldado inglés con una mamá de un soldado argentino y preguntarles: Quién ganó la guerra? Ambas madres perdieron la guerra porque perdieron un hijo, entender que las guerras no son ni buenas, ni santas, ni justas, que las guerras son hechos lamentables. Entonces, en ese proyecto, nos invitan a Londres SAMA 82, un grupo de veteranos, a través de Tony Davis para ver… queríamos ver de qué manera podíamos averiguar, de qué manera ellos trabajan en los veteranos, un montón de cosas. Nunca tuvimos en cuenta a los padres, hasta ese momento, pero sabes qué? Por algo las cosas son así, el 17 de octubre yo estoy aterrizando en Londres pero el 14 de octubre, 3 días antes, el 13 cuando mi hermano se enferma y el 14 muere. Y vio mi mamá todo el sufrimiento de mi hermano, toda la forma de verlo agonizar, de verlo morir, de saber en qué lugar está enterrado y nunca estuvo consuelo hasta el día de su muerte. Te pones a pensar… y el resto de las mamás, entendí cuando yo regrese de Malvinas, todos llorábamos porque me abrazaban, pero había otra familia que se abrazaban y lloraban también porque no había ningún compañero, era la familia de estas madres que sus hijos no habían regresado.
Ahí en las tumbas, Julio, tenía la leyenda «Soldado argentino sólo conocido por Dios», decía eso y nada más.
 
 
Tal cual. Y en ese viaje, que fuimos a Londres que, gracias a Dios, viste ese hilo mágico? No hablo una palabra en Inglés, una. Y gracias a Dios, Geoffrey Cardozo habla español, hizo que, por el destino, esta persona que nos invitó, nos pusieron diferentes traductores y uno de los traductores era Geoffrey, él nunca me había dicho nada hasta el último día, entonces, yo siempre contaba, sin saber quién era ni lo que había hecho, que me molestaba mucho esa placa horrible que decía… que estaba en la Isla. Y siempre terminaba…
Geoffrey Cardozo qué papel cumplió en la Guerra por las Malvinas?
 
 
Fue fundamental después porque no combatió si no que vino después que terminó el conflicto, vino con una misión de calmar a su tropa porque la tropa después de conflicto queda con mucha adrenalina con droga, con alcohol con frío, que hay que darle caricia, hay que darle a alimento a la cabeza, alimento con cartas de familiares, con cartas de amor para bajar esa adrenalina, y se encontró que lo llamaban de todos lados que había diferentes cuerpos y tumbas enterradas en diferentes lugares de la Isla, así que le dieron la orden de que se encargara de recolectar los cuerpos. Y él hizo este trabajo tan maravilloso porque dice que tenía a la madre al lado de cada uno de los cuerpos que encontraba, él los cuido como si fueran sus propios hijos, para él son sus propios héroes, y a medida que los encontraba, los limpiaba, lo que podía, los envolvía en una sábana blanca, le ponía una bolsa negra, un cajón, otra bolsa, es impresionante el trabajo que hizo, anotaba las pertenencias, y ese famoso informe fue el que él nos entrega el día antes de venirnos cuando nos dice qué es lo que había hecho. Que, a través de ése informe maravilloso que nos dió, cuando lo pudimos hacemos transcribir que iban coordenadas donde estaban los cuerpos, estaba el lugar donde yo había enterrados mis compañeros y después cómo lo sacó y dónde lo llevó, ese informe hizo que una manera u otra se nos fuera mucho más fácil esta tarea. Ese informe hizo que el mejor equipo del mundo, los antropólogos, dijeran que fue excelente porque las personas, los seres humanos, mis compañeros, los que están enterrados ahí, estaban en perfectas condiciones para ser analizados, osea, las muestras de cada uno de esos cuerpos estaban perfectamente para sacar su muestra ósea y su muestra dentaria. Por eso, el éxito que de esas 122 placas, se sacaron 122 muestras, así que por eso hoy, con todo corazón, decimos que tenemos 115 compañeros identificados.
Bueno, faltan re pocos, es un laburo titánico el que hicieron ustedes y, además, me imagino, conmovedor. Había leído un artículo donde vos contabas, yo no recuerdo si era el primer caso, de una de las mamás que vive en Corrientes, correcto? Y el que recuerde la foto de esa mamá en silla de ruedas, ya en Malvinas despidiendo a su hijo, ya sabiendo quién es su hijo, es muy fuerte eso que, te iba a decir en pasado que atravesaste, que estás atravesando, directamente, en presente.
 
 
Sí, es que fue el último viaje que hicimos ahora el 5 de marzo antes de la Pandemia, porque esa mamá no pudo viajar nunca porque le amputaron sus dos piernas, esa mamá ahora vive en le medio del campo donde no puede tomar un micro, hay que ir con un auto, con problemas muy graves de salud y a esa mamá le habíamos prometido a su hijo y a ella que la íbamos a llevar, así que hicimos con la fundación una pequeña colecta, gente se fue colaborando, se fue asociando con el valor de un café todos los meses…
Julio, perdóname que te interrumpa. Contá en detalle eso, porque me parece que es fundamental, de alguna manera, una muestra del laburo que vos hiciste uno por uno, también, en este laburo de identificación que significaba este puente, también, para conseguir el ADN de cada uno de los padres para colaborar en esta identificación que es un laburo titánico, no es tirar manteca al techo, era un laburo uno por uno y ver si, efectivamente, coinciden los ADN. 
 
 
En primer caso fue Elma, que es Elma Pelozo que es una mamá correntina, nosotros descubrimos el informe que hay un número, que ese número pertenecía a un número de documento y ese número de documento cuando lo googleamos era de Gabino Ruíz Díaz, y quién era Gabino? Un soldado correntino que había perdido la vida el 28 de mayo, que ese número de documento generaba una pensión de guerra que la cobraba una señora que se llama Elma Pelozo todos los días del 27 en San Roque. Qué hicimos? Nos fuimos a San Roque, preguntamos y dijeron: «No, Elma vive en Pando, 40 km de tierra, de barro, de campo, en el medio de la nada y llegamos a la casa. Esa mamá, nosotros sabíamos dónde estaba su hijo, esa mamá, hoy ya llevo 70 viajes a verla, y le digo: «Elma- después que nos hablamos, que te atiende como su hijo- está la posibilidad que con una gotita de tu sangre sepas en qué lugar está tu hijo», yo no le quería decir por una cuestión de no darle una falsa expectativa porque me faltaba la parte científica, me faltaban un montón de cosas, y ella dijo: «Sí, yo no tengo ningún problema, me encantaría saber». Esa mamá fue la que nos impulsó a seguir buscando el resto de las mamás. Por esa mamá decís: «Bueno, si esa mamá quiere, deben querer todas», y empezamos a buscar al resto. Así que, por eso digo que esa madre con todo lo que ha pasado y todo lo que ha vivido, la promesa que le hicimos a la tumba de su hijo de decirle: «Vamos a traer a tu vieja», no la pudimos cumplir porque cada vez que la veíamos le amputaron una pierna, cuando  le tenían la prótesis le amputaron la otra, los 2 viajes humanitarios que hubo no pudo ir porque no podía tomar un micro, y dijimos: «Hay que llevarla», vamos, fuimos siempre, nos ayudó muchísimo la Embajada Argentina en Londres, nos ayudó muchísimo Mark Kent, el Embajador Inglés en Argentina, porque nos abrieron las puertas con los isleños de una manera impresionante y dijimos: «Bueno, hay que contratar un helicóptero…
 contratar un avión», muchísima plata, entonces pedimos un presupuesto…
Ahora me vas a contar en detalle, yo a la gente… colaboró también el equipo de Cruz Roja y el Equipo Argentino de Antropología Forense que también fueron, me parece, imprescindibles en este laburo. Si te parece, en un ratito continuamos, vamos a hacer como un breve intervalo, para un tema de Alejandro…
 
 
 
 
Estamos hablando con Julio Are, precisamente, tema Malvinas y dentro de lo que fue Malvinas y el dolor que, por supuesto, nos genera a todos los argentinos. Una buena noticia, que tiene que ver con la candidatura a Premio Nobel de la Paz para el próximo año pero, sobre todo, más allá del posible galardón y de la nominación en sí, yo quiero rescatar el laburo de Julio sea o no Candidato a Premio Nobel de la Paz, me parece que esto lo que hace es visibilizar un laburo que viene haciendo hace bastante tiempo y que da sus frutos, que han identificado, como bien contaba hace un ratito, 115 personas de las 122 que están allí en el Cementerio de Darwin. Te preguntaba y había dejado patente la pregunta, Julio, cuál fue el laburo? Cómo fue el laburo de la Cruz Roja y el Equipo Argentino de Antropología Forense para identificar a estos cuerpos?
 
 
Fue fundamental. Nosotros empezamos a formar como un grupo, después  se formó un equipo y hoy es una gran familia porque, a través del paraguas de la Cruz Roja Internacional, pusieron a la selección del mundo, no a la selección argentina, a la selección del mundo, de los antiguos, de los mejores, tenían a Pelé, a Messi, a Maradona, todos juntos en su mejor momento. Pusieron los mejores antropólogos para llevar a las Islas. Cada uno de ellos, como Luis Fondebrider junto con su esposa Mercedes, argentinos… la verdad que hicieron un trabajo que yo me saco el sombrero por su capacidad científica y profesional, pero son un millón de veces más mejores personas, son personas increíbles porque te dan paz, te dan amor, te dan cariño, te dan contención, te explican absolutamente todo. Ellos, de cada uno de los cuerpos que sacaban, los llevaban a la morgue, abrían las bolsas, sacaban sus muestras, lo pasaban por escáner, buscaban… porque antes no había esta tecnología, entonces encontraban en la primera, segunda o tercer vez, al lado de la bota algo encontraban documentos, encontraban carnet de conducir, encontraban cosas que nosotros mismos las guardamos en lugares para que no se estropeara.
Julio, el laburo se hacía en Malvinas mismo? O se trasladaban los cuerpos al continente?
 
 
No, en Malvinas hacía absolutamente todo, se llevaron allá 3 containers muy grandes con todos los mejores aparatos que habían, estaban ahí y las mejores personas que habían, estaban ahí. Y no es que se sacaban todos, sacaban un cuerpo, lo hacían, lo analizaban, lo volvían a enterrar con la única diferencia de que ponían un cajón nuevo, porque los cajones por el tiempo estaban comidos, así que con lo mismo que sacaban, con todo respeto, ponían un cajón nuevo y lo volvían a enterrar en el mismo lugar.
Hay un laburo de protección de los cuerpos, creo que vos lo mencionaste recién, que están, a la vez, envueltos en 3 bolsas, no en una. Contame un poquito ese proceso y cuál es el objetivo.
 
Porque en ningún lugar del mundo te dicen dónde se entierra un cuerpo, normalmente, es una bolsa mortuoria, cajón, y se entierra. Pero la desesperación de Geoffrey Cardozo era encontrar y mantener y contener a esos chicos, de alguna manera. Por eso, no sabía cómo protegerlos, entonces dije: «Bueno, los protejo con una bolsa, les pongo otra bolsa, y después les pongo otra bolsa y después le pongo un cajón», lo quería preservar de tal manera… Mira, hoy con el tiempo, y con la amistad que tenemos y, bueno, nos ponemos un poquito melancólicos con esto, esta es una infidencia que uno no lo tendría que decir, pero para mí vale la pena contarlo, que me perdone Geoffrey, él dice: «Mira, Julio, cuando a nosotros nos avisaban y encontrábamos un cuerpo con todo su equipo, y en el cuerpo tenía la chapita identificatoria, la verdad, lo celebramos, celebramos no la muerte de esa persona, celebrabamos de que sabían quién era y le podía poner un nombre, pero no te imaginas la  decepción que era cuando encontrábamos un cuerpo, lo revisamos y no tenía absolutamente nada, enterrar a un ser humano sin ninguna identificación es lo peor que le pudo pasar. Por eso hoy, él, disfruta de esta manera, de poder decir: «Uno más», que está feliz porque, no te olvides que en esa época no existía ni siquiera el ADN, no te olvides que en esa época, cuando él preparó el informe, que lo trajeron a nuestro país, pidieron que fueran del gobierno, alguno a reconocer sus muertos y nadie fue. Por eso, la ceremonia nace el 19 de febrero del 83, esperando que alguien vaya a reconocer sus muertos y nadie fue, esa es la bronca y la desesperación que te da.
Geoffrey Cardozo tiene alguna ascendencia latina? Digo por el apellido.
 
 
La verdad que es raro, pero nunca hablamos del tema de su descendencia, la verdad, porque él ha tomado cursos para poder hablar bien el español, ha estudiado, sé que ha ido a una facultad, pero no sé su descendencia. El apellido Cardozo suena raro, pero la verdad que te mentiría.
Hay algunos nombres propios que circularon también, sobretodo este último año, respecto al papel que tuvieron en la idea de identificar cuerpos, uno, bueno, un protagonista, miembro de Pink Floyd como Roger Waters, después aparece la figura del Papa Francisco que no me queda clara exactamente si cumplió algún rol, pero contarme vos un poquito de ambos, qué papel cumplieron?
 
Con el Papa Francisco en un momento que esto se había parado y que no movía para ningún lado, se nos ocurrió con Gabriela Cociffi, que es directora de Infobae, pagar nuestro propio pasaje, irlo a ver al Papa Francisco a ver si podía hacer algo para destrabar. No sé qué hizo, sinceramente, nosotros lo fuimos a ver y le llevamos de regalo unas cartas de puño y letra por las madres pidiendo por favor a su santidad que interviniera en esto para ver qué se podía hacer, pero el curso siguió, seguían sin darnos bolilla, no podíamos llegar al Estado, no podíamos llegar al Gobierno, no podíamos llegar, hasta que se le ocurre a Gabriela, el 19 de diciembre, un día de su cumpleaños, haciéndole una nota el día de las madres, se junta con otra periodista que es Cristina Pérez, justo venía Roger Waters, y dice: «Por qué no le escribís a Roger Waters?», le escribe a Roger Waters y contesta, quería que yo subiera al escenario con una pancarta que dijera que estamos pidiendo por nuestros compañeros pero dijo que no, que eligiéramos que una carta que él se la iba a entregar en mano a la Presidenta. Fue así que cuando vino se le dió la carta, se la entrega a la Presidenta, y si lo miras en cualquier canal del mundo, sale diciendo: «Vino Roger Waters, me pide por los soldados argentinos y los soldados ingleses». A partir de ahí, nos llaman a Gabriela, y el Estado ya empieza a formar parte y dice: «Qué es esto?», y le decimos «Bueno, esto…» le contamos cuál es el proyecto y dijo: «Bueno, si ustedes encuentran 10 cartas, 15 cartas dirigidas a la Presidenta de los padres que quieren, yo la voy a presentar», fue así que salimos a buscar las cartas por todos lados de los familiares, Chaco, Corrientes, el Conurbano, de los que teníamos, y se lo entregaron a la presidencia y a partir de ahí, la presidenta anuncia un 2 de abril que había mandado una carta al Comité Nacional de la Cruz Roja para la identificación de los cuerpos de nuestros compañeros porque cada argentino merece tener un nombre en cada cruz. Así que, bueno, ese fue el proceso, Roger Waters fue el que nos abrió las puertas con la presidencia, a partir de ahí, el Estado se empieza a hacer cargo, hace grupos, empieza a llamar a todo, arma un equipo, y gracias a Dios digo el estado porque, lo empezó con la presidencia de Cristina, consiguió con la presidencia de Macri y lo está siguiendo ahora con la presidencia de Fernández, así que creo que este es problema de Estado, nosotros estamos para ayudar a todo el mundo, y lo más importante de esto es que no se corte, no? Que entendamos que nunca vamos a dejar de reclamar nuestros derechos soberanos, pero vamos a separar lo que es lo humanitario. Nunca vamos a dejar de decir que las Malvinas fueron, son y serán Argentinas, pero hay que recuperarlas a través de la paz y del diálogo. Que reine el amor, hay que sembrar el amor en las Islas Malvinas.
Julio, gracias por tu tiempo, te felicito por la nominación, sobretodo por el laburo más allá de la nominación, y bueno, por el laburo que estás haciendo desde la fundación «No Me Olvides» que ha hecho, realmente, muchos méritos para que vos tengas, de alguna manera, esta nominación al Premio Nobel de la Paz para el año que viene, te mando un abrazo y felicitaciones nuevamente.
 
 
Un abrazo, Diego, y a tu disposición. Siempre que podamos, vamos a estar y gracias por esto, por prestarnos los oídos de todos tus oyentes.
Gracias, Julio.
  • Texto: DIEGO SCHURMAN
  • Foto:
EL GMAIL DE DIEGOSCHURMAN