junio 8, 2020

«Esta pandemia es parte de una guerra biológica»

Declaraciones de Evo Morales al programa Sobremesa Sigue leyendo

ENTREVISTA COMPLETA

—¿Cómo se está llevando con la cuarentena? 

—Sí, acá de verdad, disciplinada, en cuarentena por temas de la vida, por temas de salud. Estoy obligado a entender la situación que pasa no solamente Argentina, Bolivia, sino el planetario global mundial. Exactamente estoy 11 semanas de cuarentena, ni medio paso hacia la calle.

—¿Y en qué cambió su vida? ¿Qué es lo que hace? 

—Y aprovechando esta cuarentena, felizmente algunos periodistas y comunicadores de Argentina consiguieron cierta forma de alguna entrevista. Grabamos bastante para hacer otro libro en Bolivia, aquí en Argentina, algunas entrevistas y también recibiendo alguna visitas, algunos ministros de Argentina, conversamos bastante, con hermanos bolivianos, agradecer a los hermanos bolivianos que me traen frutas, verduras, excelente solidaridad de mis hermanos, como también el pueblo argentino. Además estoy haciendo un poco de ejercicio, la cinta, abdominales y es costumbre.

—Es un cultor del deporte. 

—Sí, me encanta el deporte. Seguir practicando el deporte con algún técnico ya puede conseguir permiso para hacer algo de técnica, cibertáctica. 

—Le quería preguntar sobre el papel del Estado en el marco de esta cuarentena

—Nuestra experiencia en Bolivia…Antes los neoliberales pedían mercado, mercado, mercado, ahora piden Estado, Estado, Estado. Y tenemos bastante problemas con la pandemia. El coronavirus necesita un Estado fuerte, si hablamos de Bolivia, un Estado democráticamente electo, legítimo para atender y enfrentar esta pandemia que está haciendo mucho daño en temas de la vida, pero también en temas económicos. Y teníamos razón, quienes peleamos siempre por los servicios básicos deben ser un derecho humano como salud y educación, pero también luz, agua, teléfono, es un servicio básico. Que nunca estos servicios básicos podrían ser un negocio privado. Con la pandemia estamos viendo a nivel mundial donde priorizan la economía por sobre la vida. ¿Cómo está la situación económica o la vida misma en Estados Unidos y Brasil? Sigue de lejos. Eso nos obliga cómo cambiar y pensar sobre la situación de la vida después de la pandemia.

—Se produce una pulseada entre economía y salud, esto sucede en muchos lugares del mundo. Aquí en la Argentina también.

—En Bolivia, evidentemente, la cuarentena nos paralizó el aparato productivo, pero también tenemos otra pandemia en temas económicos. La misma dictadura de Añez y Camacho. Y empiezan las privatizaciones. Por ejemplo, la semana pasada, después, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el despido masivo de los trabajadores, cierres de embajadas y el cierre de ministerios, además de ese cambio del tipo de cambio, tenía el compromiso. Entonces, el Fondo siempre condiciona a buscar un Estado chiquito, un Estado pequeño, eso es con flexibilización laboral o también como el resto de todos esos Estados. Y ese modelo que quería implementar hace mucho daño a nuestra economía. Nosotros en corto tiempo hemos demostrado que en Bolivia había mucho futuro y ahora, en corto tiempo, destrozó nuestro modelo económico.

—Bueno, obviamente el gobierno de Añez, que lo han catalogado en muchos lugares de la región, y yo me sumo también, como una dictadura, me parece que fue un Golpe de Estado. Pero usted ¿cómo vio la gestión de Jeanine Añez en estos tiempos que ha gobernado el país?

 —Sorprende al mundo entero. Para mí usar la Biblia es usarla por la vida, por la igualdad, por la dignidad, por la libertad, por nuestra diversidad cultural, y no Biblia para marcar con balas al pueblo, no la Biblia para matar de hambre como está haciendo en este momento, con el pretexto de luchar contra la pandemia, hacer orar para hacer odiar, usar la religión para la discriminación, es inaceptable esta situación. Y ahora como agravante hay fascismo no solamente en Bolivia sino también en Estados Unidos y en este nuevo milenio siglo XXI, todos debemos apostar por la dignidad y la igualdad, por la paz social y eso se convierte con la paz, sólo con la paz y con la justicia social.

—Ahora vamos a hablar de los Estados Unidos. Me interesa mucho su opinión sobre el tema, pero quiero terminar el capítulo de Bolivia. Usted en alguna oportunidad dijo «Nuestro pecado es ser indígenas» y recién me hablaba de la situación del racismo allí en Bolivia ¿Qué es lo que se avizora por estas horas? ¿Cómo se manifiesta este racismo en Bolivia por estas horas? 

Sigue la persecución, sigue el amedrentamiento. No hay libertad de expresión. No se puede ejercer la democracia sin la libertad de prensa. Ahora no solamente son perseguidos los dirigentes sindicales, los opositores, como somos nosotros también en estos momentos, sino también los periodistas, que dicen su verdad ante la corrupción del Gobierno de facto. Pero además de eso, un Gobierno que creía que la transición, un gobierno de facto que quiere cambiar el modelo económico. Antecedentes por jurisprudencia hubo en Bolivia presidentes de transición que solamente garantiza la nueva elección, pero ese Gobierno cierra Embajadas, cierra Ministerios. Deja mucho que desear y envía al país y nos lleva al Fondo Monetario Internacional. Son profundas diferencias con el Gobierno de facto pero no estamos solos, porque uno se da cuenta perfectamente cómo fue antes y como en corto tiempo se destrozó la economía nacional. Si bien Estados Unidos ha participado del golpes de Estado, no solamente nuestro litoral indígena, sino a nuestro a modelo económico, quiero decir, nosotros garantizamos una profunda transformación social, económica, política y cultural sin la cuenta del milenio, sin ATPDA, sin USAID y especialmente sin el Fondo Monetario Internacional. Nos sentimos orgullosos de eso. Ahora me doy cuenta que Estados Unidos no quiere un proyecto alternativo mejor que el sistema del capitalismo, se ha reducido, la pobreza se ha reducido las desigualdades. Casi tres millones de bolivianos pasaron a la clase media, histórico inédito para Bolivia.

—Por supuesto que hablaba de lo único que han hecho en Bolivia ahora es convocar a elecciones. Lo cierto es que ya la habían convocado para el mes de mayo, primero, después de agosto, y la fueron postergando. ¿Usted teme que se vuelvan a postergar las elecciones convocadas para el día 6 de septiembre? 

Entre todos los partidos que participan en las elecciones junto al Tribunal Supremo Electoral, se ha consensuado un acuerdo para garantizar elecciones del 6 de septiembre. Este acuerdo debe ser respetado e implementado, está en manos del Tribunal Supremo Electoral y eso también ha dejado cierta certidumbre a la población. Tranquilidad, confianza, porque la crisis política sólo se va a resolver con las elecciones.

— Lo que pasa es que se ha utilizado el argumento del coronavirus para la última suspensión de la elección. ¿No cree que por ahí pueda suceder lo mismo a hora? 

Las elecciones tendrían que haber sido el 3 de mayo y si no era esta pandemia de coronavirus, ya hubiera estado otro gobierno. Se ha suspendido automáticamente, y durante el mes otra vez, pero ahora es por un acuerdo político. Todavía hay desconfianza, el Gobierno de facto tal vez consiga algún argumento para seguir postergando, pero creo que el pueblo no va a poder soportar cualquiera o ninguna postergación, o nueva postergación, porque se trata de resolver problemas políticos para enfrentar con una autoridad democráticamente electo, fuerte, legítimo en temas de salud, en temas de la vida, pero también en temas económicos.

—¿Está en sus planes volver a Bolivia? ¿O eso depende del resultado electoral? 

 Hay dos vías para volver: vía legal, que está en manos de la justicia boliviana. Evidentemente vía política, y ganando las elecciones. ¿Por qué digo? Todos procesos netamente políticos, políticos, políticos, pero vía la justicia boliviana, vía legal, hay un tema político, porque a Evo le corresponde Juicio de Responsabilidades, y no Juicio Ordinario. Los procesos que tengo son procesos ordinarios. Ahora apelamos al Tribunal Supremo de Justicia para que haga respetar la Constitución y mediante un fallo diga: «Al Ex Presidente le corresponde el Juicio de Responsabilidades». Por tanto, yo vuelvo allá para poder defender, defenderme. Todos los procesos que tengo son de terrorismo, sedición, terrorismo. Antes a mí me acusaban de narcotraficante, de asesino. Hasta me insultaban. Son acusaciones. Entiendo perfectamente. No sé si escucharon ayer al ministro de Defensa. Dice: «Tenemos que equiparnos para enfrentar al terrorismo y el narcotráfico». Para alguien que tiene la doctrina norteamericana los del Movimiento Social somos terroristas. Estados Unidos siempre usó el narcotráfico como parte de su control geopolítico, recuerda. Antes nos acusaban. Acusaban a nuestros abuelos, a nuestros viejos, de comunistas, después de acusar de terroristas, narcotráfico y narcotráfico. Ahora se inventan otros términos, por ejemplo, autoritarios, dictadores. Usan la bandera de los derechos humanos para invadir países y esta lucha ideológica, programática, es una lucha netamente política. Y vamos a enfrentarlo en Bolivia, es cuestión de tiempo.

—Coincido con usted en que lo que hizo Jeanine Áñez fue un golpe de Estado. No tengo dudas que hubo un accionar ahí y alguna complicidad internacional. Del mismo modo que le digo esto, le pregunto si no es un error las reelecciones indefinidas, si no deberían tener un plazo acotado. Acá en la Argentina existe la posibilidad de una sola reelección, que se cumplan dos mandatos a nivel presidencial. En el caso de algunas gobernaciones ha sucedido lo mismo. Algunas intendencias. No sucede lo mismo, por ejemplo, en la conducción de los sindicatos, donde tenemos dirigentes sindicales que están al frente de sus gremios hace 20 o 30 años o más. ¿Pero usted no cree que debería haber un límite? Le pregunto esto porque me parece que es parte de los debates que se han planteado en la región y también ahí en Bolivia. 

A mí el sindicato, tal vez usted me dice a mí que ya van 20 años, lleva más de 20 años. Mi experiencia sindical mucho depende del dirigente, si algún dirigente hace buena gestión, pues se queda permanentemente, si algún dirigente hace mala gestión dos años y ya está fuera el dirigente sindical. Yo aprendí del sindicalismo la situación política, social. Entendí… mi escuela es el sindicalismo al entender los temas políticos, ideológicos y culturales. Aunque los valores vienen de mi familia. En el caso político, cada país, cada continente seguramente tiene su propia particularidad, pero en Bolivia se ha demostrado que la continuidad ha sido tan importante y garantizó este cambio en Bolivia. Y evidentemente, quién sabe si hay un error, que yo ofrezca al pueblo una nueva reelección, y demostrado que es constitucional, basado en la jurisprudencia internacionales y normas internacionales. A mí me pidieron, la Central Obrera Boliviana, todos los sectores sociales. Si está bien la economía, hay que continuar. Repito, nuevamente con la continuidad hemos demostrado que Bolivia puede cambiar. Ahora también está demostrándose cómo ha habido un Golpe, cómo está la situación económica. Sólo quiero decir tal vez de haber aceptado este pedido del pueblo boliviano y el 20 de octubre ganaba las elecciones, ganábamos en la primera vuelta y ahí viene la OEA, como ustedes también han debido escuchar tantas investigaciones internacionales y afirman que hemos ganado la primera vuelta. Están los documentos, ahora de la Justicia, evidentemente vamos a estudiar, a ver cómo podemos demostrar en la justicia boliviana que se ganó las elecciones. Y lo van a demostrar porque, repito nuevamente, ¿qué dice la OEA de las observaciones: en 226 mesas hubo irregularidades? No dijo hubo fraude. Bolivia tiene 35 mil mesas. Sumamos: de los 226 mesas ¿Cuántos votos? Nuestros votos se los damos a la Comunidad Ciudadana. Ni con eso nos en la primera vuelta.

—Entiendo que usted ha tenido voluntad, en todo caso, de realizar otra elección ante tanta duda que se venía planteando. 

Así es, si quieren. Revisen, Pero lamentablemente la OEA, algún instrumento de Imperio, solo mira la OEA, solo es bueno para atacar, para acompañar a Estados Unidos sus intervenciones. Especialmente el Secretario General de la OEA. No he visto hasta este momento alguna mención, alguna reacción, algún mensaje del Secretario General de la OEA sobre el racismo en Estados Unidos, por ejemplo. No he visto en este momento la OEA cómo podía participar activamente para enfrentar conjuntamente como América a esta pandemia. Pero cuando se trata de presidentes progresistas, como hicieron populares del pueblo o antiimperialistas, ahí está el secretario general de la OEA para amenazar, intervenir y hacernos perder con falsos informes de fraude en Bolivia. Esa es la OEA.

Alberto Fernández ha sido muy duro con Almagro. Está enojado por todo esto que ha sucedido en Bolivia. Lo ha planteado en su momento y creo que se plantea la dificultad. Quería volver a la pregunta original respecto a las posibles reelecciones. Por lo siguiente, mi duda es la siguiente ¿No se termina empoderando a una persona en vez de un proyecto político? Quiero decir, ¿no es más sensato tener un límite de tiempo y que quien pelee por la elección sea alguien que mantenga, sostenga, enarbole la bandera del proyecto de Evo Morales, en vez de que sea el propio Evo Morales el que busque una nueva reelección? 

Eso hay preguntar a quienes me han propuesto. Repito nuevamente, a mí me ha dicho de continuar más de 40 dirigentes nacionales de los distintos sectores sociales, inclusive empresariales. Y tenía razón. Por eso ganamos las elecciones, pero ahí viene un grupo violento, apoyado, financiado por Estados Unidos. Claro que Estados Unidos son expertos para cambiar, si bien hay un proyecto político, un programa del pueblo llamado «Proyecto Político de Liberación», un programa del programa económico productivo del pueblo, también para hablar de bases económicas, eso se ha demostrado y siento que también la confianza a quienes me pidieron que puede continuar, es por la confianza. Pero aquí hay un tema importante. Repito, todo país tiene su propia forma de hacer política. Lo más difícil en mi situación es cómo unir al pueblo, y quien sabe con esta historia sindical intenté unir primero al Movimiento Indígena, uní al Movimiento Indígena desde una región del Trópico Cochabamba. Segundo, uní a todos movimiento sociales de mineros, maestros, transportistas, micro-pequeñas empresas, todos, todos, todos. Uní en base a un proyecto político, no solamente a los afiliados a la Central Obrera Boliviana, como también a los no afiliados, por ejemplo a las cooperativas mineras que no estaban aceptadas en la Central Boliviana, como por ejemplo también la Central del Movimiento Indígena del Oriente Boliviano, todos.

—¿El Ejército le dio la espalda? 

He estado muy bien con el Ejército, hemos derrotado tres Golpes de Estado por casi 14 años, pero por último sospechosamente se cambió. No puedo entender que esa plata es prebenda. Sólo quiero decirles que el 7 de agosto, aniversario de las Fuerzas Armadas, el Comandante en Jefe seguía proclamando «Somos antiimperialista y apoyamos esta revolución democrática y cultural.» Agosto, septiembre… octubre ya cambió. Pero en este momento hay soldados patriotas. Estoy bien informado. Casi todo el Regimiento, no solamente es solidaridad, sino también que este proyecto político que hemos garantizado independencia, soberanía e identidad y dignidad del pueblo, apoyado por las Fuerzas Armadas, es también una experiencia. Solo quiero decirles que las Fuerzas tenían mucho apoyo y respeto, además de eso, porque había sido el único presidente civil que había ido al cuartel de la Fundación de la República. Yo presté el Servicio Militar Obligatorio en el año 1978 y de eso también mucho respeto, aprecio además de eso, porque ese soldado sigue siendo soldado en reserva.

—Le quiero preguntar sobre el asesinato del afroamericano George Floyd en manos de la policía en los Estados Unidos.  

En los últimos años, yo no sé si es con la asunción de Donald Trump, pero fue de racismo hasta fascismo, sorprende esta situación, en Bolivia mismo, por lo tanto, es importante impulsar movimientos sociales antiracistas, antifascistas, ya nace automáticamente toda mi solidaridad para los hermanos levantados en Estados Unidos, se escucha que hay grandes concentraciones, protestas por aquí, protestas por allá. Todos seres humanos blancos, negros, morenos. Somos seres humanos. Tenemos los mismos derechos.

Y qué criterio tiene del Presidente Donald Trump, porque por supuesto usted es muy crítico de él. 

Si pensaría que es importante cuidar a los humildes, cuidar a la gente pobre. Eso la tarea de quien este en la política. Para mÍ, entendí que la política es la mejor ciencia del servicio de sueños o compromiso, es sacrificio con las mayorías, especialmente con la gente humilde, esa es nuestra profunda diferencia con el sistema capitalista. Que seguramente, quiero decirles, años pasados fui ahí, me informé en unos documentos del Fondo Monetario Internacional, y…¿ qué entendí? Decía textualmente «La política del nuevo orden mundial es importante una planificación de reducción a la población innecesaria» Y para el sistema capitalista, es sistema norteamericano, son una población innecesaria los viejos. Decían que son una carga para el Estado pero también para el sector privado los discapacitados, y fundamentalmente la gente humilde. Con la pandemia ¿quién muere? La gente humilde, la gente pobre. Entonces la salud no puede ser precio, negocio privado, la vida no puede ser una mercancía, esa es nuestra profunda diferencia con el sistema capitalista, Y el racismo también es parte del sistema, y por eso creo que ahora automáticamente van surgiendo movimientos antiracistas, movimientos antifascistas, tan importantes como también los pueblos se organicen, nos organicemos para defender nuevamente que tenemos todos los mismos derechos en cualquier parte del mundo.

Lo traigo un poquito más al sur. Estamos hablando de los Estados Unidos. Sus críticas a Donald Trump. ¿Qué opina de Jair Bolsonaro? Que también es un hombre que ha dado que hablar, y mucho, en los últimos tiempos, con una política bastante particular en Brasil, sobre todo en el marco del coronavirus. Ha descartado la posibilidad de una cuarentenam de confinamiento. Incluso ha fomentado que la gente salga a la calle y los resultados creo que están a la vista, con la cantidad inaudita de muertos en Brasil producto del coronavirus. 

En América Latina y el Caribe, más muertos tiene Brasil, más contagiados que Brasil, igual que en el mundo. En Estados Unidos hay más muertos por día, más muertos de todo el mundo y más contagiados. Sabíamos que Estados Unidos era una potencia mundial, pero cuando hay esta pandemia ya no hay nada de potencia mundial, si fuese una potencia mundial habría una manera organizada. Los militares o los policías en vez de salvar vidas matan a los afroamericanos, eso no está en debate, y ahí obviamente vemos una rebelión, una sublevación de los pueblos contra esta clase de políticas.]

Me dijo algo interesante hace un ratito, la idea del «descarte de los viejos» por parte del mundo capitalista. Sucede así por parte del mundo occidental en general. En países orientales, por ahí la persona mayor es una persona a la cual se le reivindica por su experiencia, por su conocimiento. Y acá en Latinoamérica en general, el viejo parece una persona de descarte. 

Sí, eso es lo que sorprende, por eso mismo pienso que esta pandemia es parte de una guerra biológica, o tal vez sea parte de una guerra económica, pero sí, casi nos estamos convenciendo de que es parte de una guerra biológica, porque los informes de la CIA después de 10, 15 ó 20 años se sabe cómo planificaron. Por ahora hay que enfrentar a esta pandemia y aquí, aprovecho esta oportunidad, que lindo sería que tengamos una Unasur fuerte, una región conjuntamente enfrentando los problemas de plata y planetarios, pero también dar soluciones y Unasur tenía mucha esperanza y como ha sido destruída también en territorio norteamericano.

No quiero dejar pasar… usted dijo que es producto de una guerra biológica. Tiene una mirada conspirativa y dice que todo esto está planificado.

 A veces esta clase de pandemias llegan siempre desde Occidente, llegan mágicamente por Occidente, a veces cuando se trata de los humildes, de la gente y de los viejos, bueno esto está orientado, y por eso en su momento mencionaba algunos argumentos del documento que comento antes.

—¿Qué opinión tiene del Papa Francisco?

Yo dije «por fin tengo Papa Francisco», porque conocí algunos hermanos Papas, visité el Vaticano, no tenía coincidencias, sobre la vida, sobre temas sociales. Yo me acuerdo que el hermano Papa Francisco en uno de los eventos religiosos dijo: «son los comunistas los que piensan como los cristianos, Cristo ha hablado de una sociedad donde los pobres, los débiles y los excluídos sean quienes decidan, no los demagogos, Barrabás, sino el pueblo, los pobres que tengan fe en Dios, pero son ellos a quienes tenemos que ayudar a obtener la igualdad y la libertad». Me ha sorprendido este mensaje del hermano Papa Francisco, y respecto a mi relación, nos visitó, y siempre me decía: «Acompañamos con oraciones» es un Papa del pueblo, es un Papa de los más humildes de todo el mundo. 

—Le quiero preguntar, ya que está en la Argentina y seguramente puede palpar un poquito más el día a día de cómo vivimos ¿qué encuentra de parecido y que encuentra de distintos entre los bolivianos y los argentinos?

Evo Morales: Cuando estaban en Mendoza, me ha sorprendido la coordinación de trabajo, autoridades locales, los intendentes, mis hermanos de Bolivia, me han sorprendido algunos empresarios, inclusive constructores. Finalmente tenemos una sola historia, un solo pasado, una historia pasada y hay que trabajar conjuntamente, integrarnos y espero estar mucho tiempo acá. Los hermanos en Potosí eligieron Argentina, más por un tema de agricultura, un tema productivo, comida quiero decir, algunos compañeros, por ejemplo, son costureros, algunos empresarios, algunos también de comercio. Me sorprende la integración de todos, algunos dicen que ya estamos preparando para volver a Bolivia Algunos retornaron acá otra vez, y se paralizó todo hacia Bolivia. Pero veo mucha coordinación con el hermano boliviano y sus intendentes.

—Tiene ganas de que Lula vuelva a ser presidente en el Brasil. 

No se si tiene posibilidad legal, como tenía procesos, si está habilitado o no, pero si Lula fuera candidato posiblemente gane las elecciones, y por eso mismo buscan algunos golpes de carácter judicial, congresal, donde no hay golpe militar, pero buscan inhabilitarlo políticamente, Yo lo puedo ver así. En mi cálculo si Lula fuera candidato a Presidente ganaría la elección nacional en Brasil. 

  • Texto: DIEGO SCHURMAN
  • Foto:
EL GMAIL DE DIEGOSCHURMAN