agosto 26, 2022

Samper: «Argentina es el árbitro natural entre México y Brasil»

El ex presidente de Colombia, Ernesto Samper, recibió a LPO para hablar de la presidencia de Petro, la relación con Estados Unidos y lo que puede venir en la región con la vuelta de Lula. Sigue leyendo

Ernesto Samper fue uno de los invitados al seminario que organizó la Celac en Buenos Aires. El ex presidente de Colombia formó parte del panel de cierre junto a Alberto Fernández  y suele ser de la partida en cada evento regional organizado por el gobierno.

Ante de volverse a su país, el último secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) recibió a LPO para conversar de los principales desafíos de esta nueva etapa en la región. Samper destacó el proceso que se abre en Colombia con Gustavo Petro, defendió la necesidad de reimpulsar la Unasur y cuestionó a Estados Unidos a quien calificó como «el imperio más odiado».

A su vez, el dirigente respaldó a Alberto Fernández y afirmó que la llegada de Lula «es definitiva para la reactivación de Unasur». El ex mandatario planteó que en las próximas elecciones, Brasil decide entre su disolución o el renacimiento.

Como ex presidente de Colombia, ¿cómo recibió la llegada de Gustavo Petro y cuales creen que serán sus principales desafíos?

Lo primero que hay que señalar es que Gustavo Petro es el primer presidente de izquierda en 200 años de vida republicana de Colombia. Eso, de por sí, es un hecho notorio. Esa llegada depende de la convergencia de dos caminos, uno que se agotó y otro que se abrió. El que se agotó es el de los 20 años donde el presidente Alvaro Uribe desarrolló y consolidó una derecha que trató de abrir camino a un conflicto armado, mientras que lo que se abrió fue la etapa de los acuerdos de La Habana de 2016 que estableció la posibilidad que sectores indígenas, campesinos y afroamericanos pudieran participar de la política sin ser estigmatizados. Esa liberación de fuerzas que estaban dormidas y el agotamiento del modelo represivo fueron los responsables de que el país de el paso hacia Petro.

Petro es el primer presidente de izquierda en 200 años de vida republicana de Colombia. Su llegada se vincula con un camino que se agotó: los 20 años donde el presidente Alvaro Uribe desarrolló y consolidó una derecha que trató de abrir camino a un conflicto armado.

Petro tuvo que aliarse a partidos tradicionales de centro y centroderecha. ¿Eso puede limitar o moderar las reformas que pretende implementar?

Al contrario. Creo que Petro tiene tres temas fundamentales para hacer aprobar antes que termine su luna de miel política. La reforma tributaria que ya presentó, una reforma muy progresiva con impuesto al patrimonio, al petróleo y otros tributos nuevos.

El tema tierras. El primer capítulo del acuerdo de paz era el régimen de tierras que aquí aborda directamente Petro y el tercero que son las garantías para la oposición, las que no tuvo él. Eso tiene pasar por el Congreso y allí, el  Pacto Histórico no tiene los votos pero estas alianzas parlamentarias le permitirán sacar adelante tres ejes claves de su propuesta.

Otra propuesta es la llamada «Paz total». ¿Tiene consenso dentro de las Fuerzas Armadas para negociar con las guerrillas y grupos narcos o podría haber resistencias?

Las Fuerzas Armadas colombianas son muy civilistas en comparación con Argentina, Chile o Brasil donde aún se siente el fantasma militar. En Colombia, por diferentes razones, siempre han estado comprometidas con la democracia y la institucionalidad y no creo que ahora den un paso en falso porque seria abiertamente rechazado. Dicho esto, la política de Paz Total de Petro, con mucha razón, es que uno no puede salvar media casa y dejar que el resto se incendie, y en Colombia  están actuando factores desde la izquierda y desde la derecha que son los que soportan el conflicto armado.

Se puede negociar con el ELN y de alguna manera llevarlas como se hizo con las FARC. Para el resto hay que distinguir entre paramilitares como el  Clan del Golfo que han venido actuando, no con un desempeño político pero sin con matices políticos. Para estos se propone acogimiento, no un diálogo porque no se los reconoce como actores políticos sino que se les ofrece una serie de beneficios penales a cambio de la verdad que deben contar.

La política de Paz Total de Petro, con mucha razón, plantea que uno no puede salvar media casa y dejar que el resto se incendie.

Todos tienen que aceptar que se inicie un proceso de humanización del conflicto, sin eso seguiremos matando líderes sociales, desmovilizados y ambientalistas, como viene sucediendo. Hay que hacer un compromiso para proteger a  la población civil inocente. El segundo punto también tiene que ver con la posibilidad de que se cuente la verdad en función de las víctimas. Lo que hace este proceso a diferencias de otros que nos ha tocado encarar como presidentes, es que aquí por primera vez hablamos de las víctimas, no de los victimarios. Antes uno debatía que hacer con los guerrilleros y los paramilitares,  ahora no, se cuenta la verdad a las víctimas y ahí se dan beneficios.

El tercer grupo que es el más complicado es el de los cárteles donde no se puede ser tan tolerantes ni abrir espacios para la negociación política. Diría que si no hay una actitud realmente generosa como que revelen las rutas del narcotráfico y abandonen los territorios donde tienen sembrada la droga y que todo eso sea verificable, será la parte mas difícil.

Petro abrió la frontera con Venezuela, se iniciaron contactos de los Congresos y se habla de Colombia como nueva sede de diálogo entre Maduro y la oposición. ¿Considera que Petro puede cumplir un rol en ese tema?

El solo hecho de que se hayan restablecidos las relaciones diplomáticas ayuda para la paz. Venezuela cumple un rol de facilitador del proceso, la movilidad de las personas y es un punto de encuentro. La frontera estaba incendiada cuando Ivan Duque le declaró la guerra a Maduro, muchas manifestaciones de las nuevas disidencias de las FARC están en las fronteras y eso tiene que acabar.

Respecto de Venezuela en sí, yo soy optimista que sí hay compromiso de Estados Unidos en el levantamiento de sanciones puede ser una oportunidad que de inicio un diálogo que podría iniciar con elecciones que relegitimen todos los poderes y se confirmen los liderazgos. Creo que en eso, Petro puede cumplir un papel muy importante. 

¿Cómo observa a Estados Unidos respecto a la región? Parece bastante contemplativo a la llegada de gobiernos progresistas..

Los veo desconcertados. ¿Qué sentido tiene, cuando quieren alinear a Occidente frente a la guerra de Rusia con Ucrania, hacer una cumbre sin tres de los principales países que son los que respaldan a Putin? Lo otro es que creo que Estados Unidos tiene miedo de perder su mejor aliado en la región que era Colombia y se están dando cuenta que, o hacen concesiones importantes en la posición que ha trazado Petro de abrir relaciones con Cuba, el ELN o Venezuela, o se queda sin aliado.

Lo veo desconcertado a Estados Unidos. Creo que tienen miedo de perder su mejor aliado en la región que era Colombia y se están dando cuenta que, o hacen concesiones importantes en la posición que ha trazado Petro de abrir relaciones con Cuba, el ELN o Venezuela, o se queda sin aliado.

¿Puede haber un cambio brusco de la relación de Colombia con Estados Unidos?

Estados Unidos necesita a Colombia y el precio de eso es aceptar muchas de las reformas de Petro, por ejemplo, en el plan alternativo del gobierno en la lucha contra las drogas que parta de la base de que nosotros no somos los únicos responsables sino que también hay consumidores.

¿Por qué la llegada de nuevos gobiernos progresistas no vino acompañado de re-impulso de la Unasur?

No estoy de acuerdo con esa apreciación. Fue duro el golpe de cuando se retiraron Argentina, Chile, Perú, Brasil y Colombia alegando razones estrictamente ideológicas, porque fueron esas las razones que los llevaron a formar el Prosur, que en realidad es «Pronorte». De esos 12 países que estaban unidos hacer un par de años cuando dejé la Secretaría, hay 6 o 7 que están adentro como Guyana, Surinam, Venezuela, Bolivia, Argentina y Perú. Creo que hay que trabajar a Boric y Petro, no porque no crean en la integración sino que tienen y quieren una agenda nueva, y tienen razón. Ellos buscan que temas como el cambio climático, la soberanía alimentaria o la inteligencia artificial formen parte del proceso de integración.

¿Coincide con la idea de institucionalizar la Celac y reemplazar la OEA?

Por supuesto. La Celac tiene que llegar a ser la OEA sin Estados Unidos, es el único organismo en el que están los 34 países de América Latina y el Caribe. Ahora, no es incompatible fortalecer y mantener la Celac con desarrollar mecanismos que fueron de alto nivel de complejidad como Unasur, que fue la experiencia de integración más lejos llego en los últimos años, no solamente porque comprendió las agendas sectoriales en salud, educación y vivienda, sino también que fue una parte de la representación política y logró obturar interrupciones del orden democrática en varios países. Eso nos dio estabilidad.

¿Pierde la región sin Unasur?

Se lo contesto con una cifra. Nosotros representamos el 8 por ciento de la población del mundo y tuvimos el 32 por ciento de muertes por Covid. Eso fue consecuencia de la falta de integración. Si hubiéramos tenido una mayor integración podríamos haber negociado vacunas y medicamentos, y no los hicimos.

Insisito que Alberto, Boric, Petro o Arce no parecen tener en agenda la Unasur. ¿Podría tomarlo Lula?

Lula es definitivo para la reactivación de Unsaur porque es su patio, juega al sur y el sur es en Suramérica. Él necesita representar al sur latinoamericano para legitimar su posición en el sur global, en el cual esta hasta China.

¿Tiene expectativa con las elecciones de octubre en Brasil?

Es mucho más que un cambio de gobierno. Lo que se está planteando es la disolución institucional de Brasil o el renacimiento del Brasil moderno. Hay un juego ideológico, una izquierda y una derecha, pero en realidad hay un país que se quiere quedar y respalda a Bolsonaro a cualquier precio, espero que no sea muy alto,  y otro que quiere llegar que es el que representa Lula. Es algo más que una lucha ideológica.

Lula es definitivo para la reactivación de Unsaur porque es su patio, juega al sur y el sur es en Suramérica. Él necesita representar al sur latinoamericano para legitimar su posición en el sur global, en el cual esta hasta China.

¿Cómo toma las versiones de que Bolsonaro no aceptaría el resultado si pierde?

Es el discurso de siempre de la derecha en todas partes. Empieza por desconocer las elecciones, utiliza el miedo y aterroriza a la gente. Ya lo vivimos en Colombia pero finalmente los resultados son claros y se tiene que aceptar.

¿Cómo ve la presidencia de Alberto Fernández?

La situación de Alberto no muy distinta a la de otros presidentes. Por mas autosuficientes que se crean los argentinos, tienen que darse cuenta que aquí se están viviendo acontecimientos que se expresan en otras partes como el encarecimiento de los alimentos, de los fertilizantes, la crisis del petróleo y las energías fósiles y las posibilidades de una guerra nuclear. Aquí se están sintiendo lo mismo que en todos lados, lamentablemente con dos factores adicionales como es el ancla de la deuda de 45 mil millones con el FMI y los 100 mil millones con el sector privado que para cualquier economía es como ponerse une piedra al cuello y tirarse al mar. Con esas limitaciones, el presidente Fernández está haciendo un gobierno que tiene la señal de la pospandemia y está manejando bien lo que puede manejar.

La situación de Alberto no muy distinta a la de otros presidentes, lamentablemente con dos factores adicionales como es el ancla de la deuda de 45 mil millones con el FMI y los 100 mil millones con el sector privado que para cualquier economía es como ponerse une piedra al cuello y tirarse al mar.

Argentina es un factor clave para la región y, al menos con Fernández, es un arbitro natural de los dos polos regionales con son México y Brasil. Además, va más adelante que muchos países en temas como la industrialización, la tecnificación de la agricultura y desarrollo de nichos científicos. Y tiene un Papa…

Y a Messi..

Claro..

¿Está al tanto de lo que ocurrió en Paraguay con la denuncia del Departamento de Estado que intentó forzar la renuncia del vicepresidente por corrupción? ¿Sería Lawfare?

La politica exterior de Estados Unidos es hacerse odiar, yo creo que pasará a la historia como el imperio más odiado. Todas las exigencias, sus prioridades en política exterior,  van en contra de los intereses de los países y las formas de imponerlas es violenta, agresiva y odiosa. Nos han ido cambiando el fantasma del terrorismo, comunismo o  narcotráfico, sólo para convocarlos frente a un miedo que ellos mismos inventan, con sanciones unilaterales, descalificaciones o certificaciones que expiden como si no existiera un sistema multilateral.

En este caso el vicepresidente Hugo Velazquez dijo que no renunciará hasta que haya un proceso abierto en la justicia de su país. 

Ellos fungen de fiscales y jueces, solo en función de sus intereses.

  • Texto: Augusto Taglioni (LAPOLITICAONLINE.COM)
  • Foto: LPO Juan Casas
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