agosto 28, 2015

Tevez tiene razón: la realidad de Formosa «is very difficult»

Al ídolo de Boca lo castigaron por hablar de la pobreza en la provincia de Insfrán pero los índices estructurales avalan sus dichos. Sigue leyendo

Tevez en el programa de Fantino

Alejandro Fantino preguntó curioso.

-¿Qué cosas aún no entendés del mundo?

-La desigualdad de las personas -contestó Carlos Tevez con la velocidad de un rayo.

Nada nuevo bajo el sol para quien recorrió los cinco continentes mostrando su eficacia futbolística.

Pero Carlitos no se detuvo ahí. Y puso de ejemplo la provincia donde había jugado por esos días con Boca.

-La pobreza que hay en Formosa es muy grande. Entrás al hotel y es Las Vegas. Salís y la gente se caga de hambre. Imaginate que yo ponga un hotel cinco estrellas en medio de Fuerte Apache -graficó el contraste entre el lugar donde se hospedó el equipo y lo que veía en la calle.

Ni el periodista le indujo a dar esa respuesta ni la figura de la Selección estaba haciendo proselitismo en contra de Gildo Insfrán.

Pero el gobernador y algunos de sus alcahuetes salieron raudos a castigar a un jugador cuya pecado había sido describir lo que había observado con sus propios ojos.

«Lavate la boca para hablar de nosotros HDP», insultó Jorge Manuel Santander, un asesor de la jefatura de gabinete provincial, sin explicar a qué se refería con el «nosotros» ¿Tevez no es argentino? ¿Sólo los formoseños pueden hablar de los formoseños?

El funcionario siguió con el improperio clasista «villerito europeizado», como si haber nacido en un entorno carenciado, y haber salido de él, fuera un delito.

Y finalmente se despachó con un «¿cuánto te pagó Macri, podrido de mierda?», poniéndolo el sayo de «enemigo político» por haber osado describir la pobreza.

Nadie desconoce que Tevez retornó a Boca de la mano de Daniel Angelici, y que el actual presidente del club fue tesorero en la gestión de Mauricio Macri.

Sin embargo, la mirada más conspirativa se da de bruces con la realidad. El Apache también tiene una estrecha relación con Daniel Scioli, con quien llegó a jugar picaditos en la cancha de Villa La Ñata.

De hecho, en marzo tuvo que salir a desmentir por twitter una información que lo ponía como promotor de la candidatura de Macri.

«Con referencia a lo publicado por algunos medios hoy, quiero aclarar que nunca fui ni seré instrumento de campaña de ningún partido. Y como todos saben tengo amistad y aprecio por Scioli como por Macri. Siempre voy a estar dispuesto a ayudar a la gente que más lo necesita», echó por tierra lo que algunos buscan azuzar nuevamente por estas horas.

El problema no es la afiliación partidaria del «jugador del pueblo» sino la realidad que describió, y cómo ésta impactó en medio de una campaña presidencial.

Los funcionarios de Insfrán no quieren hablar de pobreza y el Indec dejó de medirla hace ya dos años. El último relevamiento, correspondiente al primer semestre de 2013, puso a Formosa como una de las provincias más pobres del país.

En ese marco, Scioli apeló a una estrategia de judo, basada en utilizar la fuerza del contrincante para provecho propio. Por eso tomó las propias palabras del ídolo de Boca pero para castigar al macrismo.

«He visto avances en Formosa. Obviamente hay cosas para mejorar, como lo hay también en la ciudad de Buenos Aires ¿O no hay hoteles 5 estrellas y tenemos villas por todos lados?», ensayó la devolución de gentilezas a aquellos que se colgaron de Tevez para castigar al oficialismo.

Se trata de otra realidad innegable, acaso más llamativa ya que la Capital Federal es un distrito extremadamente rico en comparación con cualquier jurisdicción del norte.

Eso mismo vuelve inexplicable el incremento de la mortalidad infantil en los pagos de Macri,  que alcanzó los 9 fallecidos por mil nacidos, cuando en 2010 era mucho menor.

Un proceso inverso se observa en Formosa, donde la tasa desciende gradual y sistemáticamente. No obstante ello, con 14 muertes cada mil nacidos sigue siendo, junto a Corrientes, la provincia con mayor mortalidad infantil del país.

El promedio ciertamente disimula cuadros preocupantes como los de los departamentos fronterizos con Paraguay, en los que viven las comunidades wichís y en donde los valores alcanzan a más de 25 muertes por mil nacidos.

Aunque los funcionarios se enojen con Tevez, los índices estructurales le dan la razón: según el último censo, uno de cada dos hogares vive en situación de déficit habitacional. Dicho de otro modo, la provincia de Insfrán lidera el ranking nacional de casillas y viviendas-rancho.

Las necesidades son tan inocultables que la enorme malla de contención que significa la Asignación Universal por Hijo alcanza al 50 por ciento de los hogares formoseños, demostrando el elevado número de jefes de familia que tienen empleo informal o que directamente no trabajan.

Vale la pena ser categóricos en esto: lo que dijo Tevez no lo dijo Tevez, o mejor dicho no lo dijo sólo Tevez. Lo dicen los relevamientos de los ministerios de Salud y de Trabajo de la Nación, el Indec, la Administración de Seguridad Social, el censo nacional y Unicef, entre otros.

Insfrán, quien está cumpliendo 20 años ininterrumpidos como gobernador, buscó salir del paso asegurando que su patria chica «tiene la mejor distribución de la riqueza del país», algo que a todas luces no es cierto.

Por el contrario, Formosa se sacó un reprobado en la materia: ocupa el puesto 17 entre las 24 provincia argentinas, de acuerdo a un trabajo que el sitio chequeado.com elaboró en base a los datos de distribución de ingresos per cápita familiar del Indec.

Por eso pelarse con la estrella de Boca no es hacer otra cosa que pelearse con la realidad. Y como diría el propio Carlitos Tevez, la realidad de Formosa, mal que les pese a algunos intrépidos muchachos de Insfrán,  «is very difficult».

 

  • Texto: Diego Schurman (Infonews)
  • Foto:
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